Una vez que descubres el gozo de las noches de juegos en familia o con amigos, se convierten en un plan recurrente. Y es que aunque no lo parezca, las posibilidades son infinitas, empezando por la cantidad de juegos de mesa que existen. Ya sea que solo sean tú y tu bestie o que reúnan a todo su grupo de amigos, es posible dar rienda suelta a la diversión sin salir de casa. Las partidas pueden ser cortas o extenderse por horas, y pueden elegir un juego competitivo o algo colaborativo. Aunque amamos los clásicos como Catán, Monopoly y Jenga, hay muchos otros juegos de mesa menos populares que también nos encantan y que le darán un giro nuevo a tus game nights.
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Kingdomino
Este juego de mesa es ideal para pasar un buen rato en familia, pues es bastante fácil de jugar y solo se necesitan de dos a cuatro jugadores de ocho años en adelante. En principio, la dinámica es similar al dominó, pero aquí el objetivo es extender ‘el dominio’ de tu reino a partir de distintas estrategias. Cada partida dura aproximadamente 15 minutos, y se puede jugar incluso en mesas pequeñas. Es perfecto si buscas una opción fácil de jugar y de transportar pero que exija ingenio y estrategia.
Exploding Kittens
Aunque este juego de mesa ha ganado mucha popularidad en los últimos años, hay quienes todavía no lo conocen, y se están perdiendo de mucho. Se trata de un juego de cartas ideal para una noche de juegos desenfadada y divertida, que además se puede jugar con niños desde los siete años. Como su nombre lo indica, el objetivo es robar cartas y evitar al ‘gatito explosivo’. Para ello, puedes usar otras cartas y estrategias para salvarte tú y traicionar a alguien más. El último jugador que queda con vida, gana. Lo mejor es que existen muchas versiones distintas con reglas diferentes —una incluso se juega con tablero—. Las más sencillas se pueden jugar a partir de dos jugadores, y la versión Fiesta se puede utilizar con hasta diez personas.
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7 Wonders
Si tu grupo de amigxs es un poco más grande, este juego de mesa se puede jugar con entre tres y siete jugadores. Como su nombre lo indica, cada jugador será el líder de una de las siete ciudades más importantes del mundo antiguo. El objetivo es crear una estrategia militar, económica y cultural que asegure la trascendencia de tu civilización a lo largo del tiempo. Al final, gana quien haya construido la nación más poderosa y relevante. Cada partida se divide en tres rondas, y en total dura aproximadamente 30 minutos.
Bunny Kingdom
Para ganar este juego de mesa, tendrás que hacer crecer a tu clan de conejitos. Se trata de un juego de estrategia, y deberás ir sumando puntos con cada decisión que tomes. La idea es expandirse a lo largo del tablero, utilizar recursos y cumplir misiones. Es un juego competitivo para hasta cuatro jugadores, y hay que tomar en cuenta que aunque la edad sugerida es a partir de 12 años, sí requiere atención. Cada partida se divide en cuatro rondas y dura entre 40 y 60 minutos. Además, este es uno de esos juegos que te deslumbran con su diseño y la ternura de los personajes.
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Wingspan
No siempre es necesario empacar el sleeping bag y ponerte tus botas de hiking para descubrir la naturaleza. Si te gustan los juegos de mesa de estrategia de nivel medio, Wingspan es una gran opción. La premisa es simple: debes buscar y atraer a las mejores aves a tu red de reservas de vida silvestre. Para ello, hay que desarrollar una estrategia que comprenda los hábitats de los pájaros y el papel que cada ave juega dentro de ellos. Está diseñado para hasta cinco jugadores, pero incluso cuenta con una modalidad para jugar tú solx, con un rango de edad a partir de los 10 años. Las partidas duran entre 40 y 70 minutos, así que no les tomará toda la noche. Además, visualmente es un juego precioso, con dibujos detallados dignos de un manual de observación de aves.
Secret Hitler
Si se trata de un game night lleno de amigxs y necesitas un juego de mesa para más personas, Secret Hitler requiere entre cinco y diez jugadores. Imagina un drama de intriga política y traición ambientado en la Alemania de 1930: de eso se trata el juego. Al inicio, los jugadores se dividen al azar y en secreto en dos equipos: liberales y fascistas. Cada ronda, los jugadores eligen a un Presidente y a un Canciller que trabajarán juntos para promulgar una ley desde una baraja aleatoria. Conocidos solo entre sí, los fascistas deben coordinarse para ir ascendiendo en el poder sin ser descubiertos.
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