Lograr la atmósfera correcta en casa es clave para realmente apropiarnos de los espacios y sacarle todo el potencial a cada cuarto. El interiorismo no se trata solo de crear lugares bonitos, sino de realmente comprender lo que necesita cada sitio en términos de energía. El Feng Shui es una práctica ancestral china que estudia cómo la disposición de una habitación afecta el Chi (energía) y, en consecuencia, la forma en la que nos vinculamos con el lugar. Aunque este sistema de creencias y de interactuar con el espacio es bastante más complejo, existen algunas reglas básicas del feng shui que puedes aplicar para crear el ambiente ideal en casa.
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USA COLORES SUAVES
El Feng Shui se basa en crear armonía en los espacios, por lo que la paleta de colores que elijas puede hacer toda la diferencia. Irónicamente, usar colores suaves puede tener un efecto impactante al momento de definir una atmósfera. Esta regla no se trata de resignarse a las paredes blancas, sino a descubrir toda una gama de colores tenues y neutros que pueden llenar de personalidad un ambiente y al mismo tiempo transmitir tranquilidad. Desde azules hasta amarillos pálidos, puedes probar con distintos tonos tanto en las paredes como en los muebles y accesorios para crear la atmósfera perfecta.
LLENA TU CASA DE PLANTAS
Uno de los conceptos clave para entender el Feng Shui y sus reglas es el flujo de energía. Las plantas no solo tienen la virtud de mejorar la calidad del aire dentro de tu casa, sino que también añaden energía positiva y promueven un ambiente sereno pero lleno de vida muy acogedor. Ya sea que te decantes por poner flores en tus jarrones favoritos, colocar macetas o incluso instalar un jardín vertical, busca plantas cuyas necesidades se ajusten a tu día a día y a tu personalidad —por ejemplo, si eres una persona olvidadiza, empieza con algo que no exija demasiado mantenimiento—, y recuerda que las plantas son seres vivos, no solo un adorno más.
BUSCA UNA ILUMINACIÓN ESTRATÉGICA
Otra regla básica del Feng Shui es cuidar la luz de los espacios. Por supuesto, no hay nada como inundar las habitaciones y las áreas comunes con luz natural, pero también puedes valerte de lámparas y velas para lograr la iluminación correcta. Haz un plano mental de tu casa y empálmalo con las actividades que llevas a cabo en cada espacio: una esquina de lectura necesita buena luz, pero no tanta como para deslumbrarte al reflejarse contra las páginas, mientras que el comedor puede tener una iluminación más tenue y acogedora. Evita luces intensas —si tienes demasiada luz natural, las cortinas translúcidas son un gran aliado— y también los espacios incómodamente oscuros.
EVITA EL DESORDEN
Para crear una atmósfera verdaderamente serena y acogedora a la que de gusto llegar a descansar al final del día, es indispensable evitar espacios saturados. Aquí hay dos reglas universales: primero, se necesita disciplina y aprender a poner cada cosa en su lugar, y segundo, que menos es más, pues hay que establecer un lugar para cada cosa y eso siempre es más sencillo cuando las cosas que tenemos son proporcionales al espacio. Un espacio ordenado permite el flujo de energía, y esto tiene bastante sentido considerando que la vida diaria se hace mucho más sencilla cuando sabemos exáctamente dónde está todo.
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LIBERA EL ESPACIO FRENTE A LA PUERTA DE ENTRADA
La sensación al momento de atravesar la puerta de entrada de nuestra casa —o de cualquier sitio— puede impactar en gran medida la experiencia que tendremos en ese lugar. Una entrada limpia, bien iluminada y despejada nos recibe con los brazos abiertos y nos hace saber que acabamos de llegar a un espacio seguro y acogedor donde podemos bajar la guardia y relajarnos. Una buena manera de crear la ambientación correcta frente a la puerta de entrada es colocar fotografías familiares, plantas pequeñas, y una mesa para detenerte un momento a dejar las llaves, paraguas y cartera, bajar el ritmo y calmar la energía antes de entrar de lleno a los demás espacios de la casa.
COLOCA ESPEJOS EN PUNTOS CLAVE
Para el Feng Shui es clave mantener un flujo constante de luz y aire, y los espejos son una gran forma para lograr esto. Sabemos que los espejos son ideales para dar profundidad a los espacios reducidos y aligerar la sensación de claustrofobia, pero según las creencias del feng shui, también son grandes dinamizadores de energía, lo cual quiere decir que es importante saber dónde y cómo colocarlos. Por ejemplo, añadir un espejo en las áreas comunes o los pasillos puede ser una buena idea para mantener la energía en movimiento, pero quizá en el cuarto sea mejor evitar espejos de cuerpo completo para procurar un ambiente más tranquilo (aunque si por practicidad quieres tener un espejo más grande en tu habitación, colgar uno en el interior de las puertas del clóset puede ser una buena idea.
PROCURA AGREGAR ELEMENTOS DE AGUA
Hablando de espejos, el Feng Shui considera estos como elementos de agua por generar una sensación de fluidez, y este es uno de los elementos que quieres tener en cuenta al momento de amueblar un espacio. Desde espejos y jarrones con flores y agua hasta una pecera o una fuente, añadir elementos acuáticos ayuda a crear un ambiente sereno y tranquilo, además de que están asociados con la abundancia y la prosperidad. Otra buena idea es poner un espejo amplio en el recibidor para activar el Chi (energía), solo cuida que este no esté directamente frente a la puerta, pues si se refleja el exterior se mezclan las energías de adentro y de afuera de la casa.
CUIDA LA DISPOSICIÓN DE TUS MUEBLES
¿Alguna vez has sentido la diferencia entre sentarse en una mesa u otra en un restaurante? Bueno, lo mismo sucede con los muebles de la casa y esto lo explica el Feng Shui, pues el flujo de energía es distinto en cada espacio y cada mueble debe encontrarse en el sitio exacto para alinear el Chi con las actividades que se desempeñan en cada lugar. Por ejemplo, para procurar un sueño tranquilo y profundo, lo mejor es mantener la cama centrada con la cabecera lejos de las puertas y ventanas para no estar justo en el paso por el que fluyen las energías más intensas. Asimismo, se recomienda que el respaldo del sillón en la sala esté apoyado contra una pared, pues reafirma la seguridad en el espacio familiar.