Si caminas por la calle de Colima, en la colonia Roma Norte, es probable que un local con aire vintage llame tu atención. Su diseño minimalista y elegante, con una estética que parece sacada de un laboratorio de época, te invitará a descubrir de qué se trata. A primera vista, tal vez no sepas bien qué es, pero un delicioso aroma en el aire te seducirá a entrar. Al hacerlo, te sorprenderá darte cuenta de que se trata de una perfumería, pero no como cualquier otra que hayas conocido. Es Le Labo, la reconocida marca de perfumes de lujo, cuyo nombre en español significa ‘el laboratorio’. Tienen un local en la Roma, y te aseguro que, una vez que conozcas lo que ofrecen, no habrá manera de que no quieras adentrarte en este refugio de fragancias únicas y experiencias sensoriales.
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La singularidad de Le Labo
Le Labo fue fundada en 2006 por los perfumistas Eddie Roschi y Fabrice Penot, dos amigos que querían hacer una revolución aromática en un mundo de perfumería convencional. Abrieron su primer laboratorio en Nueva York, y hoy la marca tiene presencia en varios países alrededor del mundo. Lo que más destaca de Le Labo es su enfoque artesanal y personalizado, ya que los fundadores están convencidos de que el futuro del lujo está en lo hecho a mano. Creen en la magia de las rosas cosechadas a mano, las velas vertidas con cuidado y los perfumes creados de forma artesanal. Además, defienden que los cosméticos deben probarse en humanos, no en animales, y que a veces es mejor desconectarse de la tecnología para detenerse a oler las rosas que se cruzan en el camino.
Fragancias únicas hechas frente a tus ojos
Le Labo se aleja del modelo tradicional de producción en masa por lo que cada perfume se prepara a mano y se mezcla al momento de la compra. Funciona así: entras, descubres los aromas deliciosos y, si te enamoras de uno, lo convierten en una fragancia personalizada, mezclando a mano ingredientes naturales y de alta calidad como aceites esenciales y extractos de plantas. Todo esto se hace en el acto, lo que garantiza frescura y exclusividad en cada producto. Además de elegir la fragancia, Le Labo se distingue por su enfoque en la personalización, ya que al comprar tu perfume, puedes añadir tu nombre al frasco, dándole un toque único. Con esto, Le Labo busca crear experiencias olfativas memorables, invitando a los clientes a descubrir su propia ‘firma olfativa’, es decir, la combinación específica de aromas que elegiste y que te hacen único. Y como toque extra, en la tienda puedes pedir un refil para rellenar tus frascos, una opción tanto ecológica como práctica.
Le Labo, una perfumería fuera de lo convencional
Las fragancias de Le Labo son unisex, lo que significa que no están pensadas específicamente para hombres o mujeres. Esto las hace más inclusivas, permitiendo que cada persona encuentre el aroma que mejor se ajuste a su estilo y personalidad. Por otro lado, los nombres de sus perfumes suelen ser simples y descriptivos, destacando el ingrediente principal y el número de notas olfativas. Por ejemplo, Santal 33, una de las fragancias más populares, tiene un aroma amaderado y ligeramente picante con notas de cuero; Bergamota 22 es una fragancia cítrica y refrescante, ideal para el día a día; y Another 13 combina toques florales y amaderados con un sutil ámbar. Además de perfumes, en Le Labo encontrarás una gama de productos como geles de ducha, bálsamos, jabones en barra, shampoo, acondicionador, mascarillas para el cabello, exfoliantes, cremas corporales y pomadas para labios. También tienen velas aromáticas y fragancias para el hogar. Pero como siempre, Le Labo sigue innovando con nuevas ediciones limitadas y combinaciones olfativas que te invitan a descubrir algo distinto cada vez.
Dirección: Colima 138, Roma Norte
Página: @lelabofragrances
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