Las artesanías mexicanas son uno de los grandes orgullos nacionales, los cuales dotan a nuestro país de identidad en el extranjero, y guardan celosamente el enorme legado cultural y la cosmovisión de las distintas regiones de nuestro país. Los alebrijes son sin duda una de las artesanías más emblemáticas de nuestro país, y aunque hoy en día se fabrican alrededor de toda la República —sobre todo en los talleres de los maestros artesanos que trabajan con madera en Oaxaca—, su origen se encuentra en el taller Felipe y Leonardo Linares, en la CDMX en el siglo XX.
Distintos pueblos y estados alrededor del país se distinguen por el uso de ciertas técnicas artesanales como la alfarería, la orfebrería, la cestería, entre otras. En la Ciudad de México, la cartonería ha sido uno de los principales medios de expresión cultural. Esta técnica que consiste en la elaboración de figuras de papel periódico y papel estraza ha dado lugar a diferentes personajes, pero pocos tan representativos como los alebrijes. Quizá te sorprenderá saber que estas criaturas fantásticas son oriundas de la CDMX y no de Oaxaca, como suele pensarse, y que nacieron hace menos de cien años, después de un sueño febril del maestro artesano Pedro Linares.
En un taller ubicado en la Merced, el cual hoy en día operan Felipe y Leonardo Linares —hijo y nieto respectivamente de don Pedro Linares—, nacieron en la década de 1930 los famosos alebrijes. Todo sucedió después de que Pedro Linares cayera gravemente enfermo, al grado de tener alucinaciones febriles plagadas de seres extraños que parecían una amalgama de distintos animales distintos. Tras su recuperación, se dice que el joven artesano se puso manos a la obra para compartir con el mundo aquello que se le había revelado entre sueños.
Hoy en día, los alebrijes se han convertido en una figura recurrente del imaginario mexicano. De hecho, aunque el taller Linares en la Merced sigue fabricando estas icónicas figuras, en realidad el destino más famoso para conseguir estas artesanías es Oaxaca, específicamente el pueblo de San Martín Tilcajete, donde se fabrican con madera en lugar de cartonería. Por su parte, estos personajes son los protagonistas de los desfiles por Reforma en el mes de octubre, cuando pasean por la avenida más importante de la CDMX tras salir de los talleres artesanales más prominentes.
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