Pasa la noche más mágica (literalmente) en la habitación en la que se terminó de escribir Harry Potter

El Hotel Balmoral es uno de los edificios más icónicos de la ciudad de Edimburgo. Este edificio victoriano abrió sus puertas a los huéspedes hace más de 100 años, y hasta el día de hoy conserva su prestigio como uno de los mejores hoteles en toda Escocia. Además de las lujosas habitaciones, la oferta gastronómica de primer nivel y los detalles arquitectónicos que te harán sentir en un palacio, este hotel se ha convertido en una suerte de Meca para los fanáticos de Harry Potter, pues aquí fue donde la autora británica J.K. Rowling terminó de escribir el séptimo y último libro de la serie, Harry Potter y las reliquias de la muerte, en 2007. Y lo mejor de todo: puedes hospedarte en la misma habitación en la que lo hizo. 

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En el quinto piso, en la habitación 552, brilla un pequeño búho dorado en la puerta y una placa que lee ‘JK Rowling Suite’. Es aquí precisamente a donde la escritora se mudó durante seis meses para terminar de escribir la serie que marcó a más de una generación. A pesar de que la habitación fue remodelada y adaptada para darle un aura más mágica, se conservan elementos importantes, como el busto de mármol del dios Hermes, firmado por J.K. Rowling para dejar registro del final de este camino de escritura al cual dedicó una década entera. 

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En los muros recubiertos con un papel tapiz de tonos tenues que nos transportan a un bosque encantado, resaltan detalles que remiten al mundo mágico de Harry Potter, como una ilustración de la portada de la última novela, las estrellas que brillan en el pasillo de la entrada y las estanterías repletas de libros. Además, por toda la habitación resaltan detalles que aluden a la campiña escocesa —donde se encuentra el mítico colegio Hogwarts de Magia y Hechicería—, y desde los ventanales se pueden apreciar las vistas de ensueño de Calton Hill. 

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