No hay nada como visitar un mirador de vistas panorámicas, ya que son espacios creados especialmente para admirar su entorno natural desde puntos mucho más elevados, lo que resulta en paisajes únicos e inigualables. En Zimapán se ubica el que muchos consideran como uno de los miradores más virales y espectaculares de todo México, perfecto para amantes de la aventura y las actividades de contacto con la naturaleza. Hablamos de El Vigilante, y aquí te contamos por qué debes conocerlo ya.
TE PUEDE INTERESAR: Este mirador a 3 horas de la CDMX es el pretexto perfecto para salir en carretera el ‘finde’
El Vigilante es uno de los miradores más especiales de todo México, ofreciendo algunas de las vistas más impresionantes hacia el Pueblo Mágico de Zimapán y permitiendo a sus visitantes admirar panoramas inéditos hacia la Sierra Gorda. Una de sus características más peculiares es que su silueta asemeja un enorme rostro de dos caras, por lo que leyendas antiguas afirman que representa el bien y el mal.
Este monolito de aproximadamente 15 metros de altura es uno de los puntos más populares en el destino, ubicado justo a orillas de la presa hidroeléctrica Zimapán y con vista directa hacia las aguas tranquilas y los senderos montañosos por los que se protege el destino. Se puede llegar al mirador El Vigilante en transporte público o vehículo privado, y es un trayecto de alrededor de 30 minutos desde Zimapán.
TE PUEDE INTERESAR: Peña del Cuervo: uno de los miradores de piedra más espectaculares a tan solo 1 hora de la CDMX
Si bien subir hasta la cima es una experiencia como tal, en sus inmediaciones también se pueden disfrutar variedad de actividades ecoturísticas que mejorarán cualquier visita. Una de las más especiales es tomar un recorrido en lancha por la presa, esto para poder apreciar las dos caras de El Vigilante en todo su esplendor, así como disfrutar un paseo pacífico y de contacto directo con las maravillas naturales que rodean al mirador.
Cabe destacar que el Pueblo Mágico de Zimapán se rodea de más atractivos que vale la pena descubrir, como la Barranca de Tolimán, el Cañón del Infiernillo, el Cerro de los Jarros o las Grutas Xhajhá. Estas últimas se esconden entre grandes cañones y formaciones geológicas, y son otros de los atractivos imperdibles en el destino gracias a sus aguas termales y escenarios paradisiacos.