La Secretaría de Turismo de México recién publicó la lista de los nuevos Pueblos Mágicos que se integraron al programa este año, y entre ellos figura Espita, un pueblo en Yucatán muy cerca de otros de los lugares más emblemáticos del estado, como Valladolid y las lagunas coloradas de Tizimín. Espita desborda maravillas y es difícil explicarse por qué no obtuvo el reconocimiento antes, pero sin duda es un lugar que merece una visita, y Casona Los Cedros es el hotel boutique ideal para hospedarte en tu viaje a la Península de Yucatán (asegúrate de programar al menos un día en tu itinerario para relajarte en su alberca).
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Dentro de los atractivos de Espitia destaca su fascinante historia, pues este lugar estuvo muy involucrado en la Guerra de Castas en el siglo XIX y goza de un pasado glorioso de haciendas dedicadas al cultivo del maíz y de la caña de azúcar. Espita fue un centro cultural y económico muy relevante durante esta época, pues fue uno de los primeros lugares a los que llegaron el ferrocarril —cuya antigua estación todavía se puede visitar— y la imprenta. Para empaparte de todo el encanto y la esencia de Espita, lo mejor es pasear por sus calles llenas de escaleras y su plaza principal, en las que abundan las casas de mampostería con techos altos de adobe, fachadas coloridas, balcones y los típicos pisos de pasta con patrones únicos.
Dentro de los edificios destacables de Espitia figuran la iglesia de San José, cuya construcción data del siglo XVII y es considerado Patrimonio Cultural Arquitectónico de Yucatán, y el mercado municipal ‘Juan José Méndez’, inaugurado a inicios del siglo XX con techos altos y balcones de herrería. Este último además es perfecto para degustar los antojitos yucatecos más auténticos, como salbutes, panuchos y el mondongo, el platillo tradicional de Espitia.
Hablemos ahora de Casona Los Cedros, un proyecto arquitectónico que comprende un restaurante y un hotel ubicados en un antiguo edificio colonial que en sus orígenes fue una casona familiar y después una cantina popular. Cada uno de sus espacios, desde las ocho habitaciones hasta la alberca y la terraza, desprende una atmósfera serena y confortable en contacto con la naturaleza.
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La arquitectura del lugar gira alrededor de los materiales locales —piedra, fibra natural, pixoy, chukum, madera y cal— y los principios de construcción tradicionales que preservan la frescura de los interiores, pero adaptados a un diseño contemporáneo que se fusiona además con un jardín tropical con plantas aromáticas. La suavidad, el refinamiento y la autenticidad son las palabras clave del proyecto, creando un diálogo estético entre el presente y el pasado.
La otra mitad de Casona Los Cedros es el restaurante gourmet Casona, a cargo del chef Jorge Ildefonso, el cual se encuentra enclavado en el jardín tropical. El menú de este bar y restaurante gira alrededor de los ingredientes locales y de temporada, muchos de los cuales se adquieren con pequeños productores o bien directo del huerto de Casona. Con el mismo espíritu que el proyecto arquitectónico, Casona busca integrar las tradiciones y las prácticas de la zona, colaborando muy de cerca con la población local para aprender sus recetas, las cuales son respetuosamente intervenidas por el chef para crear una experiencia gastronómica tradicional y de autor a la vez.
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