Cuando se trata de restaurantes con mayor tradición en la CDMX, no cabe duda de que el San Ángel Inn no solo es uno de los más prestigiosos, sino también uno que la mayoría de sus comensales asocia con un sentimiento de familiaridad y celebración. Ubicado en el antiguo casco de la Hacienda Goicoechea —un edificio de XVIII catalogado como ‘Monumento Colonial’—, el San Ángel Inn es un restaurante que celebra la cultura mexicana, los puntos de reunión entre familias y las tradiciones vivas. Hace 60 años, salió de su cocina un chile relleno cubierto en una salsa rosa que se convertiría en uno de los grandes emblemas del restaurante: el chile en nogada rosa estilo San Ángel Inn. Todavía hoy se sirve esta receta en sus elegantes salones, terrazas y jardines, y tienes que correr a probarlo antes de que termine la temporada.
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Antes que nada, vale la pena recordar que la identidad y el encanto del San Ángel Inn se articulan alrededor del inmueble que habita: una ex-hacienda del siglo XVIII cuyas tierras posteriormente fueron fraccionadas para convertirse en lo que hoy conocemos como la colonia Altavista, que en épocas de Porfirio Díaz fueron más bien uno de los barrios de veraneo más populares entre las familias de la Ciudad de México. Aunque durante un par de décadas sus habitaciones hospedaron el magnífico hotel San Ángel Inn, encontró su verdadera vocación hace 60 años, cuando en 1963 abrió sus puertas como restaurante para recibir de brazos abiertos a comensales provenientes de toda la ciudad, el país y el mundo.
Sus espectaculares jardines con fuentes y esculturas decimonónicas, sus preciosas terrazas con barandillas de herrería y sus salones alfombrados con espléndidos candelabros se llenaron de mesas vestidas con elegantes manteles blancos, y desde entonces el San Ángel Inn se ha caracterizado por su atención a los detalles que hacen de cada visita una ocasión especial. Llegada una de las temporadas más importantes para la gastronomía mexicana —la de los chiles en nogada—, su chef ejecutivo tomó la audaz decisión de moler la granada junto con la salsa de nuez, dando como resultado el icónico chile en nogada rosa estilo San Ángel Inn.
Cabe remarcar que los chiles en nogada rosa del San Ángel Inn son una reinterpretación que, aunque se mantiene fiel a la receta tradicional en cuanto al concepto y al relleno del chile, propone una nogada muy distinta a la que estamos habituados a encontrar en otros sitios. Esta nogada, además de su color, es mucho más ligera que la típica que se prepara en este platillo poblano, con una textura suave, tersa y esponjosa que no solo deleita al ojo, sino que además es bastante noble con el estómago, dejando lugar para las entradas y los postres.
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Es precisamente ese diferenciador que ha hecho de los chiles en nogada rosa del San Ángel Inn un must en esta temporada, pues no importa cuántos chiles comas, este es único por definición. Este platillo es, además, la encarnación de los valores de esta institución gastronómica: respeto por la tradición, dejando también espacio para la innovación. Se dice que alguna vez intentaron dejar de lado la nogada rosa para apegarse a la receta clásica. La decisión no fue bien recibida entre los comensales. Los chiles rosas regresaron al año siguiente y nunca más se volvió a cuestionar su éxito.
El chile en nogada rosa estilo San Ángel Inn se ha convertido en una tradición bien instituida, y con ella su maridaje estrella: la margarita servida en la ya famosa martinera de plata del restaurante. Por supuesto, es común acompañar los chiles en nogada con una buena copa de vino blanco, pero este platillo estrella de la gastronomía no puede fallar si se sirve con tequila, o bien algún cóctel derivado del destilado mexicano por excelencia.
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