Este año, la gastronomía italiana fue nominada para convertirse en Patrimonio de la Humanidad, y aunque hay muchos factores que contribuyen para determinar si una cocina obtiene este reconocimiento o no, la realidad es que la comida italiana es un apapacho universal que prácticamente no tiene pierde, sobre todo cuando se trata de pizza. Si eres amante de este platillo, seguramente ya conocerás un buen puñado de restaurantes y pizzerías cuyas masas impecables alimentan tanto al corazón como al estómago. Si todavía no conoces Mamma Ricotta, te recomendamos hacerlo pronto, pues este restaurante italiano en la Cuauhtémoc ofrece un ambiente casual y relajado para compartir unas de las pizzas más deliciosas para alegrar cualquier día.
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Este restaurante italiano en la Cuauhtémoc es pequeño, pero esconde un menú amplio y variado que se presta muy bien para pedir todo al centro y compartir. Para empezar a abrir apetito, tienen unos dips espectaculares entre los cuales destacan el de hongos al horno, queso Stracciatella y aceite de trufa blanca, y el hummus de garbanzo con tapenade rústico de aceituna Kalamata, que va de maravilla con el pan con zaatar de la casa.
Otra de las entradas imperdibles son las croquetas, como las de risotto con prosciutto y mozzarella para los paladares más clásicos, y las de risotto al limón amarillo, —rellenas de queso provolone ahumado y terminadas con queso Stracciatella, cebollín y ralladura de limón amarillo—, que es uno de los platillos más nuevos del menú y que ya están causando sensación entre los comensales.
Para los platos fuertes, la lasaña tradicional es un must que empieza a consentir a los sentidos desde que llega a la mesa, pues su aroma se anuncia tan solo salir de la cocina, y dan ganas de hacer un estudio fotográfico completo al momento de clavar el tenedor. Por otro lado, las pizzas son, como siempre, la jugada más segura. Pero la realidad es que más allá de eso, en Mamma Ricotta la masa habla por sí misma.
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En los últimos años, la masa madre se ha convertido en la celebridad de todas las mesas, y en este restaurante italiano en la Cuauhtémoc te darás cuenta desde el primer bocado de que la pizza no tiene por qué ser una bomba para el estómago. La pizza napolitana perfecta: ligera, fresca, con el centro suave y las orillas crujientes. Te recomendamos pedir la pizza de prosciutto e higos —la hermana mayor de la pizza hawaiana— y la pizza de pulpo maya —de pesca sustentable—, con queso provolone ahumado, láminas de ajo y cebollín. Sin embargo, en este lugar también vale la pena decantarse por la pizza clásica de la infancia: la de pepperoni.
Ahora bien, en este restaurante italiano en la Cuauhtémoc hay dos imperdibles que suelen pasar desapercibidos en el menú, y que aquí no te puedes ir sin pedir: los postres y la coctelería. Por supuesto, el negroni es la bebida del momento y aquí no podía faltar. En el menú aparece con el nombre de ‘negroni imperfecto’, pero con sus toques cítricos y especiados, te hará preguntarte si no es que deberíamos cambiar la receta para que todos los negronis fueran como este. En cuanto al plato dulce, la pannacotta de coco con maracuyá es un giro interesante para uno de los postres más clásicos de Italia. Otro postre típico de Florencia que quizá todavía no conoces —pero seguro que quisieras— es el Zucotto, un pastel frío con crema de chocolate y chispas de chocolate amargo, con un toque de Licor 43 para darle un ‘punch’ extra.
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