La Ciudad de México es un caleidoscopio repleto de rincones deslumbrantes, una vida cultural vibrante, una oferta gastronómica gigantesca, arquitectura representativa de varios los momentos históricos y corrientes, calles que sorprenden en cada esquina con súbitos cambios de atmósfera que reflejan la identidad de los habitantes de esta megalópolis. Perderse en la capital mexicana es fácil, pero hay lugares tan lindos, que perderse en ellos es un placer y vale la pena conocerlos a fondo. Aquí te dejamos algunas de las colonias más bonitas de la Ciudad de México, perfectas para explorarlas con calma y dejarse sorprender con sus tesoros ocultos.
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Centro Histórico, Cuauhtémoc
No podía faltar en la lista la joya de la corona. Se trata de uno de los cimientos que dieron base a la construcción de lo que ahora es la CDMX, una de las ciudades más grandes del mundo. Cuando visitas el centro histórico te sorprendes por sus edificios de piedra, en donde destacan construcciones como el Palacio de Bellas Artes o la Torre Latinoamericana. Durante tu visita, no olvides entrar al Templo Mayor, uno de los pocos vestigios de la época prehispánica que todavía son visibles en el área metropolitana. Si quieres verlo desde arriba, puedes comer en el restaurante El Mayor, que tiene las mejores vistas de la zona.
Roma, Cuauhtémoc
Si eres un foodie a morir, entonces esta es tu zona. Cafeterías, bares y restaurantes de chefs renombrados con propuestas únicas es lo que abunda en esta colonia. Nuestra recomendación es que des un paseo a pie por calles como Zacatecas, Colima o Querétaro, en donde encontrarás algo que te llame la atención en prácticamente cada esquina y que termines tu recorrido comiendo en algún local de la zona. Si vas por la mañana, el imperdible es el pan recién horneado de Panadería Rosetta, con esto vivirás la experiencia como un auténtico local.
Condesa, Cuauhtémoc
Su elegancia, sus grandes árboles y sus casas con influencias coloniales son solo algunos de los elementos que hacen de la Condesa una de las colonias más bonitas de la Ciudad de México, y prueba es esto que se trata de una de las zonas preferidas por los extranjeros para hospedarse durante su visita a la ciudad –tiene hoteles boutique llenos de encanto–, además de que muchos la han elegido para vivir. Si lo que quieres es dar un paseo por calles llenas de encanto neocolonial y negocios que van desde tiendas de decoración hasta ropa y accesorios, entonces este es tu sitio. No olvides comer en La Capital si estás por ahí, se trata de uno de los restaurantes mexicanos más extraordinarios que probarás en la ciudad.
Polanco, Miguel Hidalgo
Cuando lo tuyo es la moda, los coches de lujo y los restaurantes que sirven postres llenos de luces de bengala, entonces no habrá colonia más perfecta para ti que Polanco. Se trata de la zona perfecta para presumir tu mejor outfit y salir a la acción. Por si fuera poco, está lleno de enormes casa con detalles coloniales y mucho encanto. El plan perfecto ahí es ir a comer a algún restaurante con vistas al Parque Lincoln, las terrazas de ahí son preciosas y la comida generalmente es bastante buena.
Santa Catarina, Coyoacán
También conocida como el Barrio de Santa Catarina, esta no solo es una de las colonias más famosas de Coyoacán, sino también una de las colonias más bonitas de la Ciudad de México gracias a su belleza colonial que ha sabido adaptarse hacia la vida moderna. Sus calles empedradas conservan el encanto del antiguo pueblo que se formó en la periferia de la capital, y la Avenida Francisco Sosa reboza de edificios increíbles entre los que destacan la Fonoteca Nacional, la Casa de Cultura Jesús Reyes Heroles, y la plaza y la capilla de Santa Catarina. Para los amantes de las caminatas tranquilas y los ‘cafecitos’ más acogedores, esta colonia será un sueño hecho realidad.
Santa María la Ribera, Cuauhtémoc
Concebida hacia finales del siglo XIX, la Santa María la Ribera no solo es una de las colonias más bonitas de la Ciudad de México, sino también una de las primeras colonias urbanizadas como parte de los planes de expansión de la capital, y desde entonces ese espíritu vecinal y moderno ha marcado la pauta de su identidad. Por supuesto, el gran ícono de la colonia es el Kiosco Morisco, ubicado al centro de la alameda —un parque público repleto de árboles en el que es común encontrar grupos realizando actividades al aire libre—, pero también cuenta con proyectos más recientes como restaurantes, galerías, cafeterías y librerías, los cuales no solo ofrecen experiencias innovadoras, sino también con un gran sentido de responsabilidad social y ecológica.
San Miguel Chapultepec, Miguel Hidalgo
Ubicada en la delegación Miguel Hidalgo y con acceso directo al enorme Bosque de Chapultepec, la San Miguel Chapultepec comparte las calles llenas de árboles y la vena sofisticada y cosmopolita de Polanco y Las Lomas —también ubicadas en esta demarcación—, pero con una atmósfera mucho más relajada y casual en la que predominan los espacios culturales y artísticos y las propuestas gastronómicas más independientes, como la Galería Kurimanzutto y el restaurante Madereros.
Chimalistac, Álvaro Obregón
Entre San Ángel y Coyoacán se encuentra una de las colonias más bonitas de la CDMX. Se trata de Chimalistac, el cual se desarrolló primero como un pueblo prehispánico perteneciente al señorío de Azcapotzalco, y después como un convento de la orden de los Carmelitas Descalzos durante la época colonial. La fascinante historia del lugar se conserva en las piedras que conforman las calles y las construcciones de esta colonia, que hoy en día es primordialmente residencial. En sus camellones se pueden observar todavía los puentes de piedra que hace siglos se utilizaron para cruzar el río, y la Capilla de San Sebastián Mártir conserva la grandeza y el misticismo de los edificios religiosos del siglo XVI.
Juárez, Cuauhtémoc
Durante el siglo XIX, esta colonia colindante con Paseo de la Reforma floreció como uno de los enclaves aristocráticos más importantes de la capital. Hoy en día, la Juárez se mantiene como una de las colonias más bonitas de la CDMX, con sus mansiones de antaño convertidas en edificios residenciales, restaurantes y comercios que atraen a todo tipo de públicos con su ambiente bohemio y cosmopolita. Aquí se encuentra también la Zona Rosa, famosa por ser uno de los puntos clave en la historia del movimiento LGBT de la ciudad.
Tlalpan Centro, Tlalpan
El centro de Tlalpan no solo es una de las zonas más extraordinarias para vivir, sino también una de las más antiguas. De hecho, Tlalpan surgió antes incluso que la ciudad misma, y fue dominada tanto por xochimilcas como por los tepanecas y los tenochcas. Después de la Independencia, cuando las fronteras políticas todavía no terminaban de establecerse, Tlalpan no solo era parte del Estado de México, sino que incluso llegó a ser su capital. Hoy en día, Tlalpan Centro ofrece un espacio de enorme valor cultural, con propuestas gastronómicas para nada desdeñables y una vida nocturna muy activa.