La Huasteca Potosina es uno de los grandes tesoros naturales de México y un verdadero paraíso para los amantes del ecoturismo y la aventura. No es ningún secreto que aquí podrás encontrar algunos de los ríos y cascadas más imponentes del país, y en medio de la selva se esconde La Media Luna, una laguna en San Luis Potosí cuyas pozas turquesas se encuentran a solo dos horas de la capital del estado donde podrás realizar todo tipo de actividades acuáticas o simplemente sumergirte en sus aguas para frenar el ritmo y reconectar con el entorno.
No podemos decir que La Media Luna es un secreto del que pocos saben, pero sí que es un sitio que vale la pena conocerlo en persona. Esta laguna en San Luis Potosí es lo suficientemente grande como para ofrecer experiencias para todo público, pues está compuesta por pozas de distintas profundidades. Mientras que hay brazos ideales para nadar con infancias, hay zonas en las que se vuelve imposible ver el suelo e incluso se puede bucear para explorar las cavernas que se abren paso en el mundo subacuático. Un justo intermedio para quienes no quieren sumergirse tanto es el snorkel, una actividad que te permitirá descubrir las maravillas submarinas de esta laguna, pero sin alejarte demasiado de la superficie.
Es importante recordar que esta laguna en San Luis Potosí es un Área Natural Protegida, por lo que hay que procurar ser cuidadosxs con la flora y fauna nativa del lugar. Sin embargo, La Media Luna ha sido adaptada para facilitar el acceso a la laguna, como muelles que ayudan a entrar y salir de la laguna. Vale la pena destacar que la temperatura del agua oscila entre los 27° y los 30°, así que incluso si te sumerges varios metros, el frío no será problema. Por otro lado, es posible hacer un paseo en lancha por un circuito alrededor de este cuerpo de agua y remar mientras disfrutas de los paisajes más deslumbrantes de la selva.
Sin embargo, La Media Luna no solo ofrece montones de actividades dentro de la laguna, sino que también es posible hacer senderismo y bici de montaña en los alrededores. Tampoco tienes que preocuparte por traer comida desde casa, pues aquí encontrarás varios puestos de ‘antojitos’ para comer en medio del bosque. Además, si te enamoras del lugar y quieres quedarte un rato más, existe la posibilidad de rentar una cabaña para dormir arrullado por el sonido del viento acariciando el agua.
¡Viajen, disfruten y compartan!