No cabe duda de que la belleza de Nuevo León se expande a lugares inimaginables o quizás poco explorados. Tal como sucede con las ‘Grutas de Bustamante’, unas majestuosas formaciones rocosas que se posan a más de 100 kilómetros de Monterrey. Este fenómeno natural es un vivo reflejo del pasado que conserva gran parte de su historia dentro de su interior y aunque es una de las cuevas un tanto inexploradas, cada vez son más los aventureros de corazón que se atreven a visitarlas.
Ubicadas a poco más de 6 kilómetros de la cabecera del Pueblo Mágico de Bustamante, también conocido como ‘El Jardín de Nuevo León’, las Grutas de Bustamante en Nuevo León se posan como uno de los fenómenos naturales más impresionantes no solo de Monterrey, sino de la república mexicana. La historia de su descubrimiento se le atribuye a un campesino de la región, quien mientras se encontraba buscando palmitos en la Sierra de Gomez descubrió un agujero o más bien una cueva que en su interior parecía resguardar dichas formaciones de hace más de 60 millones de años.
A partir de ese momento y hasta ahora, las ‘Grutas de Bustamante’ o ‘Grutas de Palmito’ como también son conocidas, forman parte de los atractivos turísticos de México más impresionantes y que todo mundo debería conocer y explorar su belleza. Su nombre tan peculiar se debe a los palmitos, un alimento extraído del cogollo de algunas palmeras. Una vez adentro es posible descubrir su atmósfera llena de magia y misterio, así como su puente iluminado que recorre más de 100 metros la inmensidad de estas formaciones.
Durante la caminata también es posible encontrar restos de fósiles marinos, caracoles y conchas, esto debido a que estás cuevas estuvieron sumergidas en el Mar de Tetis, hace millones de años. Y aunque explorar resulta ya en sí ser un gran plan, dentro de las Grutas de Bustamante en Nuevo León, también es posible practicar hiking–sólo para quien se atreva–. Es importante mencionar que están abiertas todos los días de la semana y el costo aproximado de la entrada es de 100 pesos.
