Aunque mucha gente no lo considere como destino turístico, Tlaxcala es un estado que resguarda infinidad de joyas culturales, que sin duda alguna permiten descubrir una faceta bastante especial e histórica de su territorio –¡y tener la oportunidad de consentirse con unas pequeñas vacaciones cerca de la CDMX!–. Aquí te contamos más sobre Tizatlán, considerada como capital prehispánica de Tlaxcala y permitiendo a sus visitantes maravillarse con una impresionantes zona arqueológica.
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Ubicado a las afueras de la ciudad de Tlaxcala y aproximadamente a dos horas desde la CDMX, Tizatlán es uno de los sitios arqueológicos más importantes en el estado de Tlaxcala, considerado como su antigua capital prehispánica y albergando una serie de vestigios arqueológicos que permiten conocer un poco más sobre el pasado nacional. Actualmente, su territorio se encuentra protegido por el Instituto Nacional de Antropología e Historia, catalogado también como monumento histórico y perfecto para descubrir datos poco conocidos del patrimonio arqueológico de México.
Se conoce principalmente por su relevancia histórica y sus vestigios prehispánicos bien conservados, así como por haber desempeñado un papel importante durante la época de la Conquista. Fue sitio de reconciliación por las batallas entre los tlaxcaltecas y los españoles, donde posteriormente se alojarían Hernán Cortés y algunos de sus soldados; hasta la fecha se pueden apreciar altares y patios en los que se refleja cómo fue la convivencia entre las poblaciones prehispánicas de Tizatlán y los españoles, tanto en las estructuras de los vestigios como en los colores empleados en diversas de sus construcciones.
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Algunos de los puntos de interés más importantes en esta zona arqueológica de Tlaxcala se encuentran el Templo de Xochitécatl –una pirámide escalonada que podría considerarse como la estructura más impresionante en el sitio, dedicada a la diosa de la fertilidad–, su conjunto de pinturas murales en donde se representan escenas prehispánicas, y un pequeño Museo de Sitio –donde se exhibe una colección de artefactos como cerámica, herramientas de piedra y objetos rituales–.
Sin duda alguna, recorrer Tizatlán es una experiencia imperdible para los amantes de la historia y la arqueología ya que, además de explorar las antiguas ruinas y aprender sobre las civilizaciones antiguas en Tlaxcala, se podrá apreciar la belleza natural de la zona. Vale la pena aprovechar la visita para descubrir la producción de artesanías y tallados en madera del destino, así como demás atractivos culturales.