Carlos Monsiváis tenía una mirada aguda. Su trabajo como escritor, periodista y editor ayudó a retratar el dinamismo de la sociedad mexicana. Contaba con una capacidad de reseñar y analizar cualquier acontecimiento político y cultural que le pusieran enfrente. No solo escribía y opinaba sobre una gran variedad de temas sino que además contribuyó a sentar y alimentar los pilares de diversos movimientos sociales que dieron origen al México democrático contemporáneo. Monsi, como le decían de cariño, amaba devorar libros, coleccionar todo tipo de piezas que hablaran de la historia de nuestro país y era un apasionado del cine; en una entrevista compartió que leía cerca de 200 páginas al día y veía en promedio 9 a 10 películas a la semana. Desde su muerte en 2010, se le recuerda como uno de los más grandes cronistas del siglo XX, y como un hombre a quien le gustaba transitar la Ciudad de México. Para no olvidarlo, enlistamos algunos de esos lugares de la capital en donde aún podemos recordarlo.
Colonia Portales
Empezamos esta lista en la colonia donde vivió Monsiváis. Desde niño, sus padres se mudaron de la Merced a la colonia Portales, una colonia caracterizada por su antigüedad histórica, el talento artístico local, su gran conectividad y la gran calidad de vida que ofrece. Sus padres se mudaron aquí para que Carlos y sus hermanos pudieran crecer en paz sin el bullicio del gran mercado. Desde que se asentaron en la calle de San Simón #62, en una casa sencilla de dos pisos, Carlos jamás cambió de domicilio. Con los años, su casa se convirtió en centro de reuniones al que acudían artistas, políticos, amigos, periodistas y estudiantes en busca de las opiniones o consejos de Monsiváis. A Carlos le gustaba mucho estar en su casa donde también estaba su estudio y no tenía necesidad de ir a otras bibliotecas porque contaba todos los ejemplares que necesitaba. Aquí vivió con sus 12 gatos hasta que murió. Cuando falleció algunos vecinos colocaron cartulinas en el portón expresando su cariño, una decía: ‘Siempre te hemos querido. Nunca te olvidaremos por ser un ejemplo para nuestro barrio. Nos sentíamos importantes por tu existencia’.
Corredor de Madero
Este corredor es una de las calles más antiguas y más transitadas de la Ciudad de México, en ella se recuerda a Monsiváis, no solo porque ahí se encuentra el Museo del Estanquillo, que resguarda su colección, sino porque a Monsiváis se le vio recorrerlo durante innumerables marchas a favor de los derechos de la sociedad. Por ser una calle que conecta al Eje central con el Zócalo, Madero se convierte en el último trayecto de los movimientos sociales antes de llegar a la plancha capitalina. Hay fotos de Monsiváis en este corredor participando en movimientos a favor de la libertad sexual, del feminismo, del laicismo y del derecho a la vivienda.
Museo del Estanquillo
La mejor manera de recordar a Carlos Monsiváis es visitando su colección personal en el Museo del Estanquillo, ubicado sobre el corredor de Madero. Inaugurado en 2006 como un proyecto de Monsiváis para compartir su colección ‘miscelánea’. Conformada por más de 20 mil piezas de todo tipo como documentos históricos, pinturas, fotografías, dibujos, grabados, partituras, caricaturas, miniaturas, maquetas y hasta juguetes. A través de este acervo se pueden apreciar distintas perspectivas y concepciones sobre la vida política, social y cultural de México a lo largo de su historia. En el inventario se encuentran obras representativas de José Guadalupe Posada, Lola y Manuel Álvarez Bravo, Francisco Toledo, Rafael Barajas “El fisgón”, Teodoro Torres y Susana Navarro, Eduardo del Río “Rius”, Roberto Ruiz, Teresa Nava, Claudio Linatti, artes del Taller de la Gráfica Popular, y muchos otros. Este museo abre de miércoles a lunes de 10:00 a 18:00 horas y la entrada es completamente gratis.
Bazar Plaza del Ángel
Se dice que a Carlos Monsiváis solía vérsele en la Plaza del Ángel, y que de hecho, fue ahí en donde Monsiváis encontró, intercambió y regateó muchos de los objetos que hoy conforman su colección en el Museo del Estanquillo. El Centro de Antigüedades Plaza del Ángel, ubicado en la colonia Juárez, ofrece una amplia variedad de muebles y objetos antiguos como cuadros, esculturas, vasijas, lámparas y decoración en general llena de historia y personalidad. Este espacio, dedicado al comercio del arte y las antigüedades, fue inaugurado desde la década de los 80, desde entonces es atendido por los mejores anticuarios y coleccionistas de la ciudad. Puedes visitarlo de lunes a sábado de 10:00 a 19:00 horas.
Dirección: Londres 161, Juárez, Cuauhtémoc.
El Cabaretito
A Monsiváis le encantaba acudir a los ‘respiraderos de la sensualidad’, como él decía, lugares clandestinos, ligeros e impensables. Uno al que se le veía seguido era el Cabaretito, un bar ubicado en la Zona Rosa, dedicado al esparcimiento de la comunidad gay, famoso por su ambiente y variedad de espectáculos drags, cabaret y performance. La homosexualidad de Monsiváis no era ningún secreto y por el contrario, dedicó numerosos ensayos, artículos y crónicas que ayudaron a dar contexto sobre la vida de las minorías sexuales. Su militancia en favor de la libertad sexual lo convirtió en un referente del movimiento LGBT+.