¿Quién dijo que la tradición no puede reinventarse? Esta temporada tan especial del chile en nogada trae consigo una propuesta audaz y deliciosa. En Cityzen, el majestuoso rooftop del Hotel Sofitel, los chefs han decidido romper los moldes, llevando la innovación un paso más allá al fusionar la rica tradición del chile en nogada con la sofisticación y el savoir-faire de la gastronomía francesa. Este giro inesperado no solo rinde homenaje a un platillo histórico, sino que celebra una sorprendente convergencia de sabores. Un poco atrevido, pero sin duda acertado, para quienes desean descubrir una nueva cara del chile en nogada.
Detrás de este audaz chile en nogada se encuentra el francés Alexis Preschez, chef ejecutivo de Cityzen, quien ha vivido en México durante casi 17 años. A lo largo de su estancia, el chef ha explorado numerosos rincones del país para degustar chile en nogada, ha adquirido los mejores ingredientes de Puebla y ha consultado con muchos chefs las diferentes preparaciones del chile. Con este background, Alexis presenta un chile con un relleno de carne de cerdo y res rostizadas, cocinadas con pasitas en su propio jugo, y mezcladas con las frutas tradicionales como el durazno, la manzana panochera, pera de agua, además de un poco de chabacano, piñones y plátano macho frito, aderezadas con especias como clavo y canela. La auténtica innovación se encuentra en el capeado, que en lugar de la tradicional cobertura, presenta un envoltorio crujiente de croissant invertido. La nogada se mantiene fiel a la receta original, elaborada con queso fresco, queso de cabra y abundante nuez de castilla. Todo esto, por supuesto, con un toque de amor.
Para complementar esta experiencia culinaria, en Cityzen el chile en nogada se acompaña con una copa de champagne francés de la prestigiosa etiqueta Louis Roederer Brut Rosé. Según Enrique Martínez, sommelier del restaurante, un platillo tan complejo como el chile en nogada se equilibra perfectamente con un rosé, dado su maridaje excepcional con la comida mexicana. Este champagne destaca por su elegancia, elaborándose a partir de las mejores uvas del viñedo y madurando durante cuatro años en las cavas, lo que añade una complejidad notable. Su frescura, riqueza frutal y un 28% de vinos de reserva en barrica aportan una profundidad que revela gradualmente la fortaleza de la tierra y la madera. Así, un platillo único en el mundo encuentra su contrapunto ideal en el rey de los vinos: el champagne.
Ahora imagina disfrutar de este platillo insignia acompañado de tu copa de champagne mientras te dejas cautivar por la majestuosa vista panorámica de la Ciudad de México, en la icónica terraza de Cityzen, ubicada en el piso 38 del hotel. La experiencia se convierte en una celebración visual y gustativa, donde cada bocado revela una nueva dimensión de este platillo especial. Si prefieres la versión clásica del chile en nogada, puedes dirigirte a Balta, el otro restaurante de Sofitel, donde se presenta con un relleno de pato y res que ofrece una textura y sabor únicos. En Balta, el ambiente cálido y acogedor convierte cada comida en una auténtica celebración de la tradición. Así, cada restaurante dentro del hotel brinda su propia interpretación del icónico platillo, permitiendo a los visitantes elegir la experiencia que mejor se adapte a sus gustos.