Desde hace ya varias décadas, cada vez cobramos más conciencia sobre la necesidad imperante de buscar nuevas rutas hacia un futuro sustentable. No obstante, en muchos casos ya no se trata únicamente de un asunto de sostenibilidad a largo plazo, sino de tomar acciones puntuales para empezar a pavimentar esa ruta desde el presente y resarcir los daños del pasado que, de permanecer desatendidos, podrían volverse irresarcibles. Como muchas de las grandes ciudades del mundo, la CDMX se ha fijado la meta de alcanzar una economía de emisión cero para 2050, apoyándose en proyectos donde la sustentabilidad sea un eje prioritario. Reserva Santa Fe es el primer y único residencial en América Latina que gira alrededor de la construcción regenerativa, la cual no solo apuesta por aminorar el impacto ambiental, sino por regresar al ecosistema más de lo que toma de él.
Vivir en el bosque: un estilo de vida
Ubicado a solo 15 minutos de Santa Fe, Reserva Santa Fe es un desarrollo inmobiliario dentro del Eje Neovolcánico Transversal, enclavado en el corazón de un frondoso bosque de oyamel donde los humedales y los riachuelos contribuyen al florecimiento de la vida. Uno de los objetivos principales del proyecto es hacer conciencia sobre la importancia de estos ecosistemas en todos los niveles. Para lograrlo, es fundamental consolidar una comunidad que comparta los principios de cuidado del medio ambiente, el interés por tomar medidas concretas para llevar un estilo de vida saludable y amigable con el entorno y la apuesta por el comercio justo.
Como parte de los esfuerzos del área de Medio Ambiente y Sostenibilidad de Reserva Santa Fe —liderado por Martín Gutiérrez Lacayo— se ha desarrollado un plan meticuloso que contempla acciones como el tratamiento de aguas negras, la potabilización libre de químicos del agua de lluvia, la instalación de paneles solares de alta eficiencia, programas de reciclaje, la protección de especies de flora y fauna local, la prohibición de materiales dañinos para el ecosistema y para las personas —tanto para la construcción como en el día a día de los vecinos del residencial— y el uso de una calculadora de emisiones para evaluar y hacer más eficientes los distintos procesos del proyecto.
Otro de los proyectos emocionantes dentro del plan de sostenibilidad de Reserva Santa Fe es el Bosque Comestible, el cual contempla un programa de producción de alimentos que busca cultivar al menos el 60% de la dieta de los habitantes del complejo. Basándose en un modelo de silvicultura sostenible, se contempla la propagación y cosecha de plantas y hongos nativos, así como la cuidadosa inserción de especies de hortalizas en ambientes controlados para procurar alimentos orgánicos y saludables.
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Certificación Living Comunity Challenge
Para hablar de construcción regenerativa, hay que hablar del International Living Future Institute (ILFI), una organización sin fines de lucro fundada en 2006 en Oregon que se encarga de otorgar certificaciones como Living Community Challenge. Este distintivo se basa en distintos criterios para dictaminar que las comunidades aportan más recursos de los que utilizan para su construcción y mantenimiento. Así, el objetivo no es solo reducir el impacto ambiental, sino de hecho tener un impacto positivo y restaurar los ecosistemas. Actualmente, Reserva Santa Fe es el único residencial en el mundo que busca estas certificaciones, con un plan concreto de acciones para preservar el medio ambiente y ofrecer a los vecinos un estilo de vida más unido con la naturaleza.
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Hacer comunidad y cobrar conciencia
Con la idea de fortalecer el vínculo de la comunidad de vecinos desde sus cimientos y encaminar los esfuerzos por concientizar a los futuros residentes, Reserva Santa Fe ya empezó a organizar eventos como la celebración del Día del Hongo. Quizá uno de los factores más destacables de estas actividades, así como del proyecto en general, es el empeño por apoyarse en un grupo de expertos en distintas disciplinas para realmente crear experiencias enriquecedoras en todos los sentidos.
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En esta ocasión, trabajaron de la mano del Dr. Sigfrido Sierra Galván —micólogo titular de la Facultad de Ciencias de la UNAM— y sus aprendices para hacer un recorrido por la propiedad y reconocer las distintas variedades de hongos que habitan el bosque. Al final de la caminata, el chef Ernesto Gómez Gallardo preparó un menú basado en la temática de los hongos, utilizando especies nativas para ofrecer una experiencia culinaria con raíces arraigadas en Reserva Santa Fe.
Sitio Web: reservasantafe.com
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