La Ciudad de México es una de las mejores ciudades en el mundo para comer. Lo sabemos los locales y lo saben los extranjeros que llegan en oleadas por uno u otro motivo y terminan enamorados de nuestro abanico culinario. Y es que los hoteles hacen una labor titánica en este rubro, pues más que meras estancias, muchos de ellos hacen un verdadero esfuerzo por proveer un acercamiento fresco, propositivo y auténtico a la cocina mexicana. El hotel St Regis de Reforma no solo es uno de los hoteles de lujo más emblemáticos de la CDMX, sino que además es uno de los mejores en cuanto a gastronomía se refiere. Diana, su restaurante principal, es una de las terrazas con las mejores vistas de Reforma y se ha convertido en uno de los restaurantes más clásicos de la zona. Estas son algunas de las razones por las que lo amamos.
Por sus vistas emblemáticas
Ubicado en el tercer piso del hotel St Regis, Diana es uno de los restaurantes con las mejores vistas de Reforma. En primer plano, la fuente de la Diana Cazadora es la vista más icónica del lugar. Bastará con dirigir la vista hacia el Poniente para descubrir también las postales más apabullantes del Castillo de Chapultepec, y del otro lado, el Ángel de la Independencia. Cuando el clima lo permite, abren los enormes ventanales para convertir todo el espacio en una gran terraza, y en la primavera, se convierte en el sitio ideal para rodearse de jacarandas que estallan en flor antes de que lleguen las lluvias.
Por su propuesta mexicana contemporánea
Recientemente, el chef Diego Niño renovó toda la carta del restaurante Diana para presentar una propuesta más fresca de cocina mexicana contemporánea. Su cocina logra construir un balance que atienda las necesidades específicas del hotel —es decir, saber consentir a los paladares extranjeros— y mantenerse fiel a los sabores y recetas más auténticas de la gastronomía mexicana. Entre los imperdibles de este restaurante en Reforma, destacan el Aguachile de Rib Eye, las Quesadillas con Escamoles y mantequilla de epazote y el Pulpo adobado con Pipián Rojo servido con Frijoles Puercos y el Fondant de dulce de leche con espuma de Amaretto.
Por su espectacular carta de vinos
Con una carta de vinos que ronda casi las 400 etiquetas, Diana es uno de los restaurantes en Reforma más mágicos y románticos para tomar una copa de vino. No es necesario ser un conocedor, aunque si lo eres, seguramente te entusiasmará explorar todas las opciones que van desde las etiquetas más populares, hasta botellas provenientes de vinícolas recónditas pero muy especializadas en distintas partes del mundo. Si no estás segurx de qué pedir, siempre puedes asesorarte con el personal del restaurante.
Por sus productos locales y proyectos con propósito
Tuvimos la oportunidad de conversar con el Diego Niño, chef ejecutivo del hotel, y aunque en realidad todo lo que nos reveló iba acorde con la experiencia que vivimos en el restaurante, nos sorprendió la pasión por todo el proceso detrás no solo de su cocina, sino de cada uno de los ingredientes que entran por las puertas de proveedores del hotel. Con la intención de celebrar la gastronomía mexicana más auténtica, rediseñaron el menú de Diana para ofrecer platos que brillan por la calidad del producto y por la técnica impecable que reimagina los platos más emblemáticos de distintas regiones del país.
Por su atmósfera romántica
Si bien quizá no es el primer lugar que nos viene a la mente cuando pensamos en lugares para tener una cita, Diana es uno de esos restaurantes que te recibe siempre con una atmósfera que invita a extender la sobremesa y que inevitablemente te pone en mood romántico. La clave está en los detalles: la luz cálida, las vistas hacia la ciudad iluminada, el servicio impecable y el show de jazz en vivo que acompaña la velada mientras siguen fluyendo el vino y la plática.
¡Coman, disfruten y compartan!