A veces hace falta una escapada hacia las montañas para alejarse del smog y del caos de la ciudad. A menos de hora y media de la ciudad de Querétaro y aún menos desde San Miguel de Allende, las Grutas El Potrero en el Pueblo Mágico de Comonfort se postulan como uno de los secretos mejor guardados del estado de Guanajuato. Con sus aguas cristalinas y sus espectaculares paisajes naturales, este pequeño paraíso es justo lo que necesitas para recargar energía y conectar con el entorno.
El Pueblo Mágico de Comonfort
Las Grutas El Potrero se encuentran a solo 30 minutos del Pueblo Mágico de Comonfort en el sureste de Guanajuato. La historia de la localidad se remonta a la época prehispánica, y su legado otomí puede observarse todavía sobre todo en sus artesanías de piedra volcánica —entre las que destacan molcajetes y metates— y en su gastronomía. Por su parte, la arquitectura de los edificios más emblemáticos del pueblo da fe de su auge durante el periodo colonial.
Si visitas las Grutas El Potrero, te recomendamos aprovechar para explorar algunos de los sitios más emblemáticos de Comonfort, empezando por su Centro Histórico y sus edificios de estilo barroco. Algunas de las paradas más destacables son la Parroquia de San Francisco de Asís —cuya construcción data de finales del siglo XVI y conserva sus grandiosos retablos cubiertos de hoja de oro—, la Plaza Cívica Doctor Mora, el Templo de la Virgen de los Remedios y la Casa Museo Doctor José María Luis Mora.
Las Grutas El Potrero
En la comunidad del Potrero, a solo media hora de Comonfort —un camino que también se puede recorrer en bicicleta—, se encuentra un fascinante sistema de cavernas y túneles subterráneos de agua cristalina y poca profundidad que sin duda te robará el aliento. Las Grutas El Potrero son el destino ideal si estás buscando escaparte a un escondite recóndito donde el sonido del agua y el canto de las aves inundan el espacio más allá del caos de la urbe.
Conforme te vas adentrando en las entrañas de la tierra —te recomendamos siempre hacerlo en compañía de un guía certificado—, comienza a vislumbrarse la sigilosa fauna silvestre que habita las grutas. Charales, tortugas y murciélagos te acompañan a lo largo del recorrido y puedes verlos si llevas una linterna. No te olvides de llevar zapatos acuáticos o calzado antiderrapante, así como un traje de baño, pues al adentrarte por sus estrechos corredores de piedra, encontrarás un ojo de agua transparente que brota de las paredes, suelos y techos en un espectáculo deslumbrante.
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