Desde grandes ciudades de espíritu cosmopolita hasta espectaculares pueblitos de playa, México es un destino de infinitos rincones mágicos para vivir experiencias únicas. Durante el otoño, pocos sitios se antojan más que las cabañas en medio del bosque para alejarse del estrés cotidiano y reconectar con la naturaleza y nuestros seres queridos. Estos son cinco pueblos en las montañas que lo tienen todo para ser el escenario ideal para una escapada durante estos meses.
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Hueytamalco, Puebla
Enclavado entre los paisajes desbordados de vida de la Sierra Nororiental de Puebla, justo en la frontera con Veracruz, Hueytamalco es uno de los pueblos en las montañas que casi nadie conoce, pero que deslumbra con su belleza natural. El lugar se encuentra a solo cuatro horas de la CDMX y a tres de Puebla capital, y es el refugio perfecto para quienes desean alejarse del caos citadino y sumergirse en un entorno donde las cascadas —la más famosa es la de Xoyoquila, con 60 metros de altura, pero hay muchas otras que puedes descubrir— invitan a darse un chapuzón o simplemente a contemplarlas después de una caminata por el entorno tropical.
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Jalpan de Serra, Querétaro
Ubicado en el corazón de la Sierra Gorda —muy cerca de Hidalgo y San Luis Potosí, y a menos de seis horas desde la CDMX y cuatro desde Querétaro—, Jalpan de Serra es uno de los Pueblos Mágicos de Querétaro que sorprenden con su encanto natural y su legado histórico. Este pueblo en las montañas es famoso por los templos barrocos de las Misiones Franciscanas, las cuales se alzan en medio de la vegetación exuberante. Además de turismo cultural, aquí también podrás sumergirte en la naturaleza en la Presa Jalpan, dentro de la Reserva de la Biósfera Sierra Gorda.
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Xilitla, San Luis Potosí
Conocido como el pueblito más surrealista de todo México, Xilitla es un precioso pueblo en las montañas enclavado entre los exuberantes paisajes de la Huasteca Potosina. En medio de este paraíso de ríos, cascadas, selvas y pozas cristalinas se alza uno de los atractivos imperdibles del destino: el Jardín Surrealista de Edward James. Para continuar con este recorrido de ensueño, también puedes visitar el Museo de Leonora Carrington, el ex convento agustino —considerado el edificio más antiguo de San Luis Potosí—, las pinturas rupestres de las Grutas de Xilitla y el Sótano de las Golondrinas —el cual ofrece un espectáculo natural cada amanecer cuando cientos de miles de aves salen de un enorme pozo en el corazón de la selva—.
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Batopilas, Chihuahua
Pocos lugares esconden panorámicas tan imponentes como la Sierra Madre Occidental —también conocida como Sierra Tarahumara— en el norte del país. Batopilas no es un pueblo de montañas convencional, pues en lugar de ubicarse en la cima, se encuentra enclavado en lo profundo de las barrancas. No obstante, el encanto natural de este Pueblo Mágico en Chihuahua se conjuga con su espléndido pasado minero, música tradicional, un legado rarámuri vigente y grandes vistas hacia la sierra —las cuales se aprecian aún más desde el Mirador La Bufa—.
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San José del Pacífico, Oaxaca
Si bien cuando pensamos en Oaxaca, muchas veces nos vienen a la mente las espléndidas playas de Huatulco y Puerto Escondido, buena parte del estado está atravesado por la Sierra Sur, dando pie a increíbles pueblos en las montañas en medio de grandes bosques que amanecen sumergidos en la neblina. Uno de ellos es San José del Pacífico, cuyas cabañas son el escenario ideal para pasar un fin de semana romántico desconectados del caos cotidiano. El destino es perfecto para lxs amantes del ecoturismo, donde además se mantiene viva una enorme tradición mística que gira en torno a los hongos.