Si has tenido la oportunidad de subirte al nuevo cablebús de Chapultepec, seguro has disfrutado de las impresionantes vistas panorámicas del Bosque de Chapultepec. Desde ahí, puedes descubrir rincones que tal vez no conocías, como el Panteón de Dolores, así como unas enormes y vistosas bóvedas de colores que se distinguen en medio de los árboles. Seguro te preguntas qué son: se trata del Museo de Historia Natural y Cultura Ambiental, cuya arquitectura es única y una verdadera obra de arte en sí misma. Si aún no has subido al cablebús ni visitado este museo, este artículo es tu señal para que no pierdas más tiempo.
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¿Por qué el Museo de Historia Natural tiene inmensas bóvedas de colores?
El Museo de Historia Natural y Cultura Ambiental se encuentra en la Segunda Sección del Bosque de Chapultepec. Su diseño fue obra del arquitecto Leónides Guadarrama, quien también diseñó esta sección del bosque, añadiendo fuentes, espacios deportivos, restaurantes, esculturas y dos lagos artificiales. Para el museo, inaugurado en 1964, su visión fue crear un lugar que no solo sirviera para exhibir colecciones científicas, sino que también inspirara y emocionara a los visitantes. Cada color de las bóvedas representa un elemento natural o un concepto de la historia natural, ofreciendo una experiencia visual rica y significativa. Además, la arquitectura del museo refleja corrientes de la época, como el brutalismo y el organicismo, que buscan una armonía entre la construcción y el entorno que la rodea.
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Qué hay en el Museo de Historia Natural del Bosque de Chapultepec
Ahora que conoces el exterior del Museo de Historia Natural y Cultura Ambiental, te sorprenderá saber lo que hay dentro. Su propósito es estimular, documentar y difundir el conocimiento sobre las Ciencias Naturales: el universo, la tierra y la vida. Con 7,500 metros cuadrados de exhibición, el museo cuenta con nueve amplias estructuras semiesféricas que forman coloridas bóvedas, cada una dedicada a diferentes colecciones. Las salas se dividen en cuatro temas: Evolución de la vida, Diversidad Biológica, México Megadiverso y Exposiciones temporales. Entre las piezas más emblemáticas se encuentran un oso polar que da la bienvenida a los visitantes en el vestíbulo y una réplica de un Diplodocus, obsequiada en 1928 al antiguo Museo de Historia Natural del Palacio de Cristal del Chopo. Estas dos piezas forman parte de más de 2,800 ejemplares que resguarda el museo, incluyendo animales disecados, fósiles, rocas, minerales, mariposas e insectos, conchas y herbarios, entre otros. Para aquellos que buscan conocimiento más profundo, el museo también cuenta con una biblioteca especializada que sirve como recurso invaluable para los investigadores.
El Cárcamo de Dolores, una extensión del Museo
A unos pasos del museo, en lo que se considera una sala al aire libre, se encuentra el Cárcamo de Dolores. Se trata de una obra hidráulica que destaca por su escultura exterior, ‘La fuente de Tláloc’, el dios del agua y la lluvia, que tiene dos cabezas: una mirando hacia el cielo y la otra hacia el cárcamo. La idea de su diseño es que los viajeros puedan verla desde un avión al llegar a la capital. Dentro del Cárcamo, también encontrarás el mural ‘El agua, origen de la vida en la Tierra’, de Diego Rivera, que representa la teoría de Aleksandr Oparin sobre el origen de la vida. En el piso, Rivera plasmó a los primeros organismos que poblaron el planeta, como el trilobite, el primer animal con ojos, y la cooksonia, considerada una de las primeras plantas terrestres. Aquí también encontrarás la Cámara Lombarda, una obra de arte que convierte el paisaje en música. Ambos espacios están abiertos de martes a domingo de 10 a 17 horas, con un costo de $36 para el público general, $17 para niños, maestros y estudiantes, y entrada libre para mayores de 60 años, personas con discapacidad y menores de tres años.
Dirección: Av. de los Compositores, Bosque de Chapultepec II Secc, Miguel Hidalgo.
Página: data.sedema.cdmx.gob.mx
Otros sitios cercanos al museo que no puedes perderte
A un lado del museo se encuentra el Lago Menor del Bosque de Chapultepec, un bonito lago con puentes y una pista ideal para correr. Justo ahí está el Restaurante Del Bosque, que ha estado abierto desde 1967 y ofrece una deliciosa variedad de comida mexicana contemporánea, todo mientras disfrutas de una vista panorámica del lago. También al lado está el Centro de Cultura Ambiental, un espacio para explorar y aprender sobre ecología, la riqueza natural del país y los retos ambientales globales. Este centro cuenta con jardines polinizadores, jardines agroecológicos y un pabellón de exposiciones. Si sigues caminando hacia la Avenida Constituyentes, llegarás al Skatepark, que abarca 1.6 hectáreas y tiene ocho plataformas, rampas, escaleras, barandales y dos piscinas de concreto para hacer acrobacias.
El Bosque de Chapultepec es un lugar lleno de sorpresas por descubrir.