Situada al poniente de la ciudad, delimitando con Marina Nacional y la Calzada México-Tacuba, se encuentra una de las colonias más tranquilas y encantadoras de la ciudad. El barrio de Popotla fue un pequeño pueblo prehispánico habitado por los mexicas. Durante el periodo colonial se mantuvo como una localidad cercana pero externa a la Ciudad de México, aunque ha sido absorbido por la mancha urbana, sigue conservando algunas casonas y construcciones del siglo XIX. Todavía cuenta con viviendas verticales, jardínes y patios generosos, que cada vez parecen más raros en esta ciudad. Su belleza es tal que ha sido escenario y objeto de inspiración para diversos directores de cine, escritores y compositores. Un barrio con carisma que tiene ciertos tesoros, y te los vamos a mostrar.
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El Árbol de la Noche triste
Todos recordamos esa clase donde la maestra nos dijo que Hernán Cortés lloró sentado a la orilla de un árbol la noche del 30 de junio de 1520. Esa noche ocurrió en la única victoria de los mexicas, al mando de Cuitlahuac, sobre el ejército formado por tlaxcaltecas y europeos. El árbol era un ahuehuete del que no restan más que vestigios de su esplendor. Una pintura de José María Velazco lo retrata vivo y frondoso en 1885. Lo que queda de ese mítico árbol se encuentra protegido por rejas y habitado por gatos. En 1980, un corto circuito ocasionado por los puesteros de una fiesta patronal, terminó de incendiar lo que quedaba de este añejo habitante de la colonia pero los vecinos salieron con cubetas para salvarlo. Hoy, es un ícono del barrio y de la historia de México, y es una bendición poder seguir contemplando, aunque sea un pedacito de él.
La Cochinita
Sobre la calle Felipe Carrillo Puerto, en el número 250, se encuentra una de las más sabrosas tentaciones culinarias de este barrio. Un puesto modesto, sin pretensiones ni adornos innecesarios con un par de mesas y sillas simples sobre la banqueta, pero con lo indispensable para preparar unos tacos, panuchos y tortas de cochinita pibil que son una verdadera delicia. No es de esos lugares que se ven por todo Instagram, pero si eres de los que realmente buscan sabor, este sitio está sin duda dentro de las mejores cochinitas de la ciudad. Abren de lunes a sábado, desde las 7 de la tarde y solo hasta las 10 de la noche porque se les acaban rápido. Lo mejor de todo es que los precios siguen siendo de barrio. Definitivamente, un lugar que vale mucho la pena descubrir.
Dirección: Felipe Carrillo Puerto 250, Popotla, Miguel Hidalgo.
Parque Cañitas
Muy cerca del Parque Cañitas comenzó uno de los mitos del mundo paranormal que tanto nos gusta a los chilangos, muy cerca, en el número 51 de la calle Cañitas se encuentra la casa del famoso cazafantasmas Carlos Trejo. Las fiestas de Halloween en esta calle son imperdibles, hay motos, disfraces y mucha música. Este parque también es famoso por su tradición basquetbolera. Las canchas tienen un recubrimiento especial para no dañar las rodillas de los jugadores y por las tardes es conmovedor ver a tanta gente entrenando con su uniforme verde de Los Costeños, un equipo legendario en la Ciudad de México desde hace varias décadas. El parque se llama así porque cuando esos terrenos eran parcelas, se sembraron con cañas de azúcar. Es el parque donde todos los vecinos llevan a sus perros y un imperdible si estás de paseo por la colonia Popotla.
Tortillas la Reyna
Este es un lujo que no todos los barrios pueden presumir. Una tortillería como pocas quedan en esta ciudad, un verdadero tesoro escondido. Aquí, las tortillas no se hacen a la carrera ni en máquinas; se echan al comal y se hacen a mano, con una paciencia y destreza que sólo las manos expertas pueden lograr. Tres mujeres, con el ritmo de trabajo bien sincronizado, operan en un local en la calle Mar Mediterráneo, número 161. Las tortillas, gruesas como hotcakes, tienen una textura única y solo con un poco de sal se convierten en un manjar irresistible. Este local tiene más de sesenta años abierto, lo que le da ese toque de tradición que tanto le da valor al barrio. Es tan conocido que no hay quien no haya probado sus tortillas. A las dos de la tarde es el horario más concurrido, y siempre hay fila. El kilo cuesta solo 25 pesos, lo que las hace aún más accesibles para todos.
Dirección: Mar Mediterráneo 161, Popotla, Miguel Hidalgo
Dolce Pain
Dolce Pain es un lugar que recién abrió y se ha convertido en todo un hit en la colonia. Su pan es simplemente maravilloso, de esos que te hacen olvidar el mundo exterior por un momento. Abren desde las ocho de la mañana, pero los desayunos comienzan a servirse a las 9:30, lo que le da un toque relajado y perfecto para arrancar el día. Parece que la gentrificación se dulcifica a través de panaderías ‘fresas’ como esta. Es una verdadera joya en medio del barrio. Te recomendamos probar los roles, que son irresistibles, y el chocolatín, que tiene el equilibrio perfecto entre dulce y amargo. También tienen unos pastelitos que son para morirse, los chilaquiles rojos, –que no pican mucho, pero están deliciosos–, el café expreso, las chapatas, y los molletes, que están en su punto. El lugar no es muy grande pero tiene lo justo: unas cuantas mesas y una atmósfera acogedora. La atención es buena, amable, y los precios están bastante bien para lo que ofrecen.
Dirección: Mar Cantábrico 49 con esquina, Mar Tirreno, Popotla, Miguel Hidalgo.
Página: @dolcepain49
¡Date una vuelta por la Colonia Popotla!