La geografía política no es un reflejo de la tierra, sino de la historia y la cultura de la sociedad que la habita. Cuando los españoles llegaron a América, reconfiguraron el territorio, trazaron fronteras y re-bautizaron regiones enteras. Entre capitanías, reinos y gobiernos, la Nueva España resultó ser bastante distinta a lo que concebimos hoy en día —de hecho, tenía territorios del otro lado del Pacífico, en Filipinas—. Sin embargo, hoy queremos contarte un poco sobre los reinos de México durante la colonia, algunos de los cuales dejaron vestigios y edificios que podemos ver hasta el día de hoy.
Nuevo Reino de Galicia
Durante la colonia, lo que hoy son los estados de Jalisco, Nayarit, Aguascalientes y Zacatecas conformaron el Nuevo Reino de Galicia, con capital en Guadalajara. Pero si quieres descubrir el corazón de lo que fue este gran reino de México en la colonia, te recomendamos visitar el Pueblo Mágico de Compostela, en Nayarit. En 1530, Nuño Beltrán de Guzmán fundó —se dice que bajo las órdenes de la reina Juana de Castilla— fundó este destino costero. Hoy en día, no solo sorprende por su historia, sino también por sus paisajes naturales, pues aquí conviven el mar, la sierra y el pueblo, inmersos en sus tradiciones vigentes y en el aroma proveniente de sus cafetales.
Nuevo Reino de Vizcaya
Aunque en un primer momento, el Nuevo Reino de Galicia se extendía muchísimo más al norte, a mediados del siglo XVI se dividió para crear el Nuevo Reino de Vizcaya. Durante buena parte de la colonia, este comprendió lo que hoy son los estados de Durango, Zacatecas, Sinaloa, Chihuahua y parte de Coahuila. La capital se encontraba en Durango, que en 1563 era solo una villa de 13 vecinos, pero que creció rápidamente y todavía hoy el Centro Histórico de esta ciudad conserva ese antiguo esplendor derivado de la riqueza minera de la región. Si la visites, no te olvides de incluir en tu itinerario el Palacio del Conde del Valle de Súchil, cuya belleza novohispana data de la segunda mitad del siglo XVIII.
Nuevo Reino de León
De todos los reinos de México durante la colonia, el Nuevo Reino de León es único que conserva cierto atisbo de su nombre, pues abarcaba el actual estado de Nuevo León, así como parte de Coahuila y Tamaulipas. Cabe destacar que su fundador, Luis de Carvajal y de la Cueva, nació en Portugal y no en España. Entre los edificios más antiguos que se mantienen en pie en Monterrey y que conservan el recuerdo de aquellos tiempos virreinales, destacan el Museo del Obispado —el antiguo Palacio de Guadalupe—, la Catedral Metropolitana y la Casa del Campesino en el Barrio Antiguo.
Nuevo Reino de México
Curiosamente, el corazón de México nunca perdió su nombre, ni siquiera cuando la Corona Española tomó control del territorio y lo convirtió en el Nuevo Reino de México durante la colonia. Se extendía por la Ciudad de México y hasta Puebla, Oaxaca, Veracruz, Michoacán y Guerrero. La capital cambió de lugar en varias ocasiones, pero en prácticamente todos estos estados es posible encontrar magníficos edificios virreinales que nos recuerdan el esplendor de aquella época. Algunos de los más bonitos son las Catedrales, en particular las de México y Puebla, así como el Templo de Santo Domingo en Oaxaca.
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