Aunque Jardines del Pedregal es conocido principalmente por ser una zona residencial, también tiene una rica historia que ha inspirado a artistas, arquitectos y, ahora, también a chefs. Tal es el caso de la reconocida chef mexicana Atala Olmos, quien hace tres años abrió su restaurante ROCASAL. El lugar no solo destaca por su propuesta gastronómica, sino también por su arquitectura, inspirada en las primeras casas del Pedregal: construidas sobre piedra volcánica, con líneas simples, techos de doble altura y muy al estilo Luis Barragán. El nombre ROCASAL también nos da una pista de su inspiración. ‘ROCA’ hace referencia al terreno volcánico donde se construyó esta zona, originado por la erupción del volcán Xitle, mientras que ‘SAL’ representa ese ingrediente esencial que, aunque simple, tiene el poder de transformar cualquier platillo.

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ROCASAL: mucho más que un restaurante bonito
Además de ser uno de los restaurantes más bonitos del Pedregal, ROCASAL también está entre los mejores del país, al formar parte de la prestigiosa lista de Los 250 mejores restaurantes de México, según la Guía México Gastronómico de Culinaria Mexicana. Y aunque no te quede cerca o no suelas andar por esa zona, definitivamente vale la pena hacer el viaje. Aquí te espera una experiencia culinaria pensada al detalle: una cocina internacional contemporánea con un profundo respeto por la tradición mexicana, platillos elaborados de forma artesanal y con ingredientes frescos, naturales y locales. Un verdadero refugio en el Pedregal para disfrutar de lo mejor de la gastronomía en un ambiente cálido, elegante y lleno de personalidad.



Cocina internacional contemporánea, el menú de ROCASAL
Para que te des una idea de lo que ofrece la carta, entre los platillos más emblemáticos está el Ceviche de pescado blanco al estilo Thai, con leche de coco y chile serrano rojo. Nosotros lo probamos y no tiene desperdicio. Otro que nos sorprendió fue el Taco de jaiba suave con alioli de cilantro y salsa macha de chiltepín. También brillan el Carpaccio de res con vinagreta de guindilla vasca, y el Pato con mole negro de la casa, preparado con más de 23 ingredientes y acompañado de un puré de plátano macho. Entre los clásicos de la carta están la Crema de chicharrón y el Filete de res con foie caramelizado. Los postres también merecen mención: desde el Ceviche de kiwi con ensalada verde, hasta el de guayaba estilo ROCASAL, con texturas que van de una gelatina a un mousse con relleno de guayaba, o las delicadas hojas de menta con chocolate.



Una experiencia que va más allá del plato
ROCASAL abre sus puertas desde el desayuno hasta la cena, y su menú se complementa con especiales del mes y platillos de temporada. Esto le permite ofrecer sabores nuevos, originales y en sintonía con las tendencias gastronómicas. La experiencia puede elevarse aún más con su cuidada selección de vinos, que incluye etiquetas nacionales e internacionales pensadas para maridar cada platillo. Ubicado dentro del centro comercial Cráter Pedregal, el restaurante combina acabados modernistas con una estética atemporal. Su terraza al aire libre, llena de vegetación y con abundante luz natural, transmite esa sensación de escape, como si estuvieras lejos de la ciudad. Y cada detalle del lugar, desde la mantelería y vajilla hasta el mobiliario, ha sido diseñado por talentosos creadores y artesanos mexicanos, aportando un sello único. ROCASAL no solo es un lugar para comer bien, es una experiencia que conquista todos los sentidos.
Dirección: Cráter 823, Jardines del Pedregal, Álvaro Obregón
Página: @rocasalrestaurante



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