En medio de la devastación del terremoto de 1985 en la CDMX, una obra de arte se negó a caer. El mural Sueño de una tarde dominical en la Alameda Central, de Diego Rivera, resistió. Como si el concreto y la pintura llevaran una fuerza especial, se mantuvo firme incluso cuando todo a su alrededor se vino abajo. Si de por sí ya era una pieza asombrosa, este hecho le dio un nuevo significado: un símbolo de resistencia, igual que la ciudad que logró levantarse. Y lo más increíble es que no se trata de una pequeña obra: es un mural de casi 16 metros de largo y 35 toneladas de peso. Tras el sismo, no solo se rescató intacto, sino que se construyó un museo alrededor del mural, no al revés. Así nació el Museo Mural Diego Rivera, ubicado a unos metros de donde originalmente estaba la obra. Pero la historia de este mural no empieza, ni termina, con ese terremoto. Sigue leyendo y descubre la fascinante historia detrás de esta pintura monumental.


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Hotel del Prado, el primer hogar del mural más icónico de Diego Rivera
Hay que remontarnos a 1946, cuando terminó de construirse el Hotel del Prado, un ejemplo de arquitectura moderna mexicana de la época. El arquitecto Carlos Obregón Santacilia recibió el Premio de la Exposición de Arquitectura en Estocolmo por esta obra que se ubicaba en las calles de Revillagigedo y Avenida Juárez, en el Centro Histórico de la CDMX. Poco antes de la apertura, el arquitecto invitó a Diego Rivera a crear un mural para el comedor principal del hotel, el Salón Versalles. La propuesta fue clara: retratar la Alameda Central, este parque emblemático que quedaba justo enfrente. Así nació Sueño de una tarde dominical en la Alameda Central, una obra monumental que Rivera pintó con la colaboración de los artistas Rina Lazo y Pedro A. Peñaloza. El mural, realizado al fresco, mide 15.67 por 4.17 metros y está dividido en tres secciones que recorren 400 años de historia mexicana.


El mural que reúne más de 150 personajes de la historia de México
Aquí vale la pena hacer una pausa para hablar del mural en sí. Si no lo has visto en vivo, seguro lo has encontrado en algún libro de historia o de arte. Es una obra icónica porque en ella aparecen más de 150 personajes, muchos de ellos figuras clave de la historia de México. Como ya mencionamos, el mural está dividido en tres secciones. En la primera, Rivera representa la Conquista y la época colonial, con personajes como Hernán Cortés, Fray Juan de Zumárraga y Sor Juana Inés de la Cruz. Luego viene la etapa de la Independencia y el Segundo Imperio, donde aparecen Antonio López de Santa Anna, Benito Juárez, Ignacio Manuel Altamirano, Maximiliano y Carlota de Habsburgo. La sección central arranca con el poeta Manuel Gutiérrez Nájera saludando a José Martí. En medio de todos estos personajes aparece el propio Diego Rivera retratado como un niño, acompañado por Frida Kahlo, que lo abraza de forma maternal. A su lado está la Calavera Catrina, dándole la mano al pequeño Diego mientras sostiene del brazo a su creador: José Guadalupe Posada. La tercera sección se enfoca en los movimientos campesinos y la Revolución Mexicana. Ahí Rivera incluyó retratos de personas cercanas, como Lupe Marín, y sus hijas Ruth y Guadalupe Rivera. Otro dato interesante es que el mural también fue muy polémico debido a la frase ‘Dios no existe’ que Diego Rivera incluyó en la obra.


Cómo sobrevivió el mural y nació el Museo Mural Diego Rivera
Ahora sí, volvamos a la historia del mural en el Hotel del Prado. La obra era tan importante que en 1960 la trasladaron al vestíbulo del hotel, un lugar más visible y céntrico. Pero nadie imaginaba que el terremoto de 1985 cambiaría todo para siempre. El Hotel del Prado quedó severamente dañado, incluyendo el restaurante que originalmente albergaba el mural, pero por suerte, la pieza que ya estaba en el vestíbulo pudo ser rescatada intacta. Ahora el mural tenía que ser desplazado, y se eligió un terreno que antes funcionaba como estacionamiento del Hotel Regis, en la esquina de Balderas y Colón. El traslado fue una verdadera hazaña: el mural se protegió con una manta especial y adhesivos para cuidar el fresco, y se cubrió con tableros de madera y hule espuma. El 14 de diciembre de 1986 comenzó la operación, que duró unas 12 horas y contó con el esfuerzo de más de 300 personas. Después de colocar la pieza, se construyó el Museo Mural Diego Rivera alrededor de ella, y el 19 de febrero de 1988 se inauguró oficialmente este nuevo espacio dedicado a proteger y exhibir el mural.

Lo que puedes ver en el Museo Mural Diego Rivera
Hoy, el Museo Mural Diego Rivera alberga la exposición permanente del mural Sueño de una tarde dominical en la Alameda Central, donde puedes apreciarla de cerca, perderte en sus colores vibrantes y tratar de identificar a todos los personajes que aparecen en la obra. El museo también cuenta con dos salas dedicadas a exposiciones temporales, todas relacionadas con el arte mural y otras expresiones artísticas. Por ejemplo, ahora mismo está la muestra Sobre los huesos de Cuauhtémoc y Hernán Cortés, Diego Rivera y el gran debate sobre la mexicanidad, que explora críticamente la conquista y cuestiona las versiones oficiales de la historia a través del trabajo de diversos artistas. Puedes visitarlo de martes a domingo, de 10:00 a.m. a 6:00 p.m. La entrada general cuesta $45 pesos, pero es gratuita para estudiantes, maestros y personas de la tercera edad con credencial del INAPAM, y al público general todos los domingos. No dejes de visitarlo y admirar con tus propios ojos esta obra monumental, con una increíble historia de resistencia detrás.
Dirección: Calle Colón Balderas s/n, Colonia Centro, Cuauhtémoc
Página: museomuraldiegorivera.inba.gob.mx


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