Con tantos kilómetros de costa, México está repleto de destinos de playa que han atraído la atención de viajeros de todo el mundo. Sin embargo, aunque la lista de lugares que se han hecho populares para los turistas es larga, todavía hay sitios más tranquilos y auténticos donde la vida local se desarrolla con normalidad. Estos son algunos pueblos de playa en México donde te puedes relajar junto al mar y gozar de las tradiciones más arraigadas de la costa.
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Zihuatanejo, Guerrero
En la Costa Grande de Guerrero encontrarás uno de los pueblos de playa más bonitos de México. Aunque es mucho menos famoso que Acapulco, el encanto de Zihuatanejo radica más bien en su ritmo lento, sus calles tranquilas, su cocina tradicional y sus playas de arena suave y aguas tranquilas. Al tratarse de una Bahía, este Pueblo Mágico frente al mar ofrece lo mejor de las vistas al Pacífico, pero con un oleaje mucho más sereno que hace de este un destino ideal para familias. Para comer, te recomendamos probar la cocina tradicional guerrerense de Carmelitas, así como la propuesta más contemporánea de Angustina. Durante tu visita, ve a conocer el Partenón de Zihuatanejo, recorre el Centro Histórico y pasea por el malecón mientras te comes un helado.
Yelapa, Jalisco
Todo el mundo habla de Puerto Vallarta, pero si tú estás buscando un pueblo de playa mucho más tranquilo y con todo el sabor del México más relajado, tienes que visitar Yelapa, ubicado en el otro extremo de la Bahía de Banderas. Aunque no es una isla, la mejor manera de llegar es en lancha. Y es que no hay carreteras que conecten con este pueblo paradisiaco. Por esta misma razón, el pueblo se ha mantenido aislado del turismo masivo y los coches —el único vehículo motorizado que encontrarás son cuatrimotos—. De hecho, la electricidad y el teléfono llegaron a Yelapa hace apenas unas décadas. El destino es perfecto si lo tuyo es el ecoturismo, pues puedes adentrarte en la selva y descubrir cascadas y ríos antes de volver a la playa para disfrutar de los atardeceres que ofrece el Pacífico.
Guaymas, Sonora
Bañado por las aguas del Mar de Cortés, Guaymas es otro de los pueblos de playa que no debe pasar desapercibido en el norte de México. Y es que, aunque muchas veces asociamos a Sonora con un paisaje más desértico, las playas de Guaymas te tendrán apuntando la cámara en todas las direcciones, especialmente la Bahía de San Carlos. Este es un destino que combina belleza natural con un gran legado histórico y tradiciones vivas y muy arraigadas. Por la mañana es posible dirigirse al mar para practicar deportes acuáticos, visitar el delfinario y conocer la primera granja de perlas del continente. Por la tarde, no te olvides de conocerla iglesia de San Fernando, construida en el siglo XIX y la Plaza 13 de julio, que es la plaza principal.
Puerto Morelos, Quintana Roo
Si creías que toda la Riviera Maya estaba llena de destinos trendy como Tulum, Cancún y Playa del Carmen, espera a descubrir Puerto Morelos. Aunque se encuentra a las afueras de Cancún, este pequeño pueblo de pescadores no tiene nada que ver con aquella ciudad dedicada enteramente al turismo —excepto, por supuesto, la belleza el Caribe mexicano—. Aquí el ritmo es más lento, los hospedajes más pequeños, los restaurantes más relajados y la playa más enfocada en la pesca y el ecoturismo. De hecho, en este pueblo de playa encontrarás la segunda barrera de coral más grande del mundo. Si lo deseas, también puedes salir a recorrer la Ruta de los Cenotes, perfectos para una aventura en medio de la selva.
La Ventana, Baja California Sur
Todo el mundo habla de Los Cabos —y con justa razón—, pero Baja California Sur tiene otros destinos costeros que también valen mucho la pena. La Ventana es uno de esos pueblos de playa en México que a veces pasan desapercibidos, pero una vez que lo descubres, no te olvidas de él. Lo mejor es que se encuentra a solo 40 minutos de la Paz, así que fácilmente puedes hospedarte ahí y hacer un viaje de ida y vuelta. Una de las particularidades de este sitio es que es ideal para practicar kitesurfing, sobre todo durante el invierno. Sin embargo, el verano será ideal para descubrir sus playas tranquilas, nadar un rato, comer mariscos ultra frescos e incluso dar un paseo en kayakbordeando la costa.
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