El paisaje urbano de México ha sido fuertemente influenciado por su pasado colonial. El sello español —en todas sus variantes— está presente en los centros históricos de las principales ciudades y pueblos de nuestro país. Sin embargo, en el centro de Aguascalientes se alza un edificio que llama la atención por salirse por completo de esta estética. Se trata del Castillo Douglas, una construcción erigida en la década de 1920 cuyo diseño imita el de un castillo medieval inglés. Aunque al pasar frente a él es casi imposible pasarlo por alto, poca gente sabe que detrás de este inmueble, que hoy está abandonado, hay una gran historia de amor y el trabajo de dos grandes arquitectos del siglo XX.


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Un castillo medieval inglés en Aguascalientes
Para entender el porqué detrás del peculiar diseño del Castillo Douglas, es necesario remontarnos unas cuantas décadas antes de su construcción. Y es que en el siglo XIX, John Douglas llegó al nuevo continente desde Gran Bretaña con su familia para convertirse en uno de los grandes empresarios de la época en Aguascalientes. Años después, nacería su nieto Edmundo Ortega Douglas, cuyo arraigo familiar y particular cariño hacia su abuelo terminaron por definir el estilo con el que construiría su residencia.

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Una historia de amor cortés
Pero no fue la historia familiar la que resultaría ser determinante para la construcción del Castillo Douglas. Cuando Edmundo Ortega Douglas y Carmen Llaguno Cansino se conocieron, decidieron que querían pasar el resto de sus vidas juntos. Así, en 1923 iniciaron la construcción de la casa donde vivirían hasta sus muertes. Cuentan que, dos años después, la recepción de la boda de la pareja se celebró aquí mismo. Incluso hoy, aunque el edificio lleva décadas abandonado, todavía se alcanza a ver un gran vitral en lo que hubiera sido la sala de estar, donde se lee ‘Amore ne vanitate’, que se traduce del latín como ‘Amor, no vanidad’.

Se dice que Carmen deseaba vivir en un castillo, y también que Edmundo añoraba honrar sus raíces, así que resultó natural construir una fortaleza medieval con todo y foso, puente levadizo, muralla exterior y capilla religiosa. De hecho, originalmente contaba también con una laguna artificial y amplios jardines.

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El curioso diseño y los grandes arquitectos detrás del Castillo Douglas
Más allá de la extravagancia del diseño del Castillo Douglas, vale la pena mencionar que las obras de construcción no fueron cosa menor. Para empezar, se mandó traer la cantera desde San Luis Potosí. En cuanto a los arquitectos detrás del proyecto, se trata de dos grandes figuras del siglo XX. Y es que al frente de la obra estuvieron Federico E. Mariscal Piña —mejor conocido por construir el Teatro de la Ciudad Esperanza Iris y por terminar el interior del Palacio de Bellas Artes en la CDMX— y Refugio Reyes Rivas —cuyas obras más destacadas se encuentran en Aguascalientes, concretamente el Templo de San Antonio, el Templo de la Purísima Concepción y la renovación del Templo de Guadalupe—.

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