La colonia Roma no solo ofrece un recorrido lleno de historia, sino que además está repleta de propuestas gastronómicas que van desde panaderías y cafeterías de especialidad hasta wine bars y restaurantes de fine-dining. Sin embargo, no podemos negar que hay lugares donde el interiorismo y los ingredientes exóticos resultan en cuentas exorbitantes que limitan mucho la audiencia del lugar. Sin embargo, hace poco tuvimos la oportunidad de cenar en Pargot, una propuesta que, si bien no clasifica como ‘económica’, si ofrece una experiencia de fine-dining muy a la altura por un precio justo.
Cocina mexicana contemporánea con una mirada fresca
La cocina de Pargot está a cargo del chef Alexis Ayala, quien a pesar de ser muy joven ya se ha hecho de un nombre en la industria gastronómica con este restaurante y la taquería Los Alexis. En Pargot, la propuesta gira alrededor de la cocina mexicana contemporánea. Y es que cada plato es el balance perfecto entre ingredientes de temporada, técnicas impecables, combinaciones insospechadas, una vajilla hecha a la medida y un emplatado digno de foto. Por supuesto, la experiencia se acompaña de un nutrido menú de coctelería de autor, así como un servicio cálido y muy letrado en cada uno de los platos que llegan a la mesa.
Bib-Gourmand: el reconocimiento de la Guía Michelin
Aunque es mucho menos famoso que las estrellas, el reconocimiento Bib-Gourmand de la Guía Michelin es otra herramienta increíble para descubrir lugares que valen mucho la pena. Y es que aquí lo que se premia es la relación calidad-precio, siempre cumpliendo con los estándares de calidad de la guía. Pargot recibió este galardón en 2024 y 2025 —es decir, los dos años que la Guía Michelin lleva existiendo en México—. Y es que por un lado, tenemos un menú con precios perfectamente razonables, sin escatimar ni en la atmósfera refinada, ni en el servicio impecable ni en la propuesta gastronómica audaz y elevada.
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El menú de Pargot: un canto a México en cada plato
Con el propósito de trabajar de la mano con los productores, el menú de Pargot cambia cada cierto tiempo para asegurar los mejores ingredientes de cada temporada. Pero para que te des una idea de lo que podrás probar, te contamos todo lo que comimos nosotras. Empezamos con un Akami de atún aleta azul servido con tostadas horneadas en casa, cremoso de aguacate y chile chintextle, y seguimos con una Calabaza Mantequilla servida con ensalada de espárragos, crema de maíz cacahuazintle y queso Ocosingo. Algo que destacamos es la armonía no solo de sabores, sino de texturas: platos complejos a la vista, el tacto, el gusto y el olfato que no esconden la calidad de los ingredientes, pero que tampoco tienen miedo a utilizar distintas técnicas para transformarlos en platos llenos de contrastes.
Pero si hubo un plato que nos cautivó por completo, fue el postre. Para cerrar con broche de oro, probamos el Chile relleno dulce. Se trata de un dulce que hace alusión a la temporada de chiles en nogada. De hecho, incluso visualmente hace referencia al chile cubierto en salsa de nuez. Sin embargo, el plato en sí no tiene mucho que ver con este clásico de la cocina mexicana. Se prepara con chile pasilla cocinado en café de olla para eliminar el picor, y se rellena con puré de tarta vasca. Después, se cubre con espuma de palomita de caramelo, cacahuate garapiñado y polvo de hoja santa. Todo esto, sobre una base de ganache de chocolate. Es un plato dulce, reconfortante y desafiante a la vez, con notas picantes, pero también acarameladas y frutales. Sin duda, el final más digno para esta experiencia en Pargot.
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