Si estás dispuesto a perder la señal del celular y desconectarte por completo del mundo exterior, entonces eres un buen candidato para explorar los Manantiales Kinjua. Un oasis en medio del desierto hidalguense con pozas de aguas termales color turquesa entre las rocas. Este hermoso paisaje se encuentra en la Reserva de la Biosfera Barranca de Metztitlán, a solo una hora del Pueblo Mágico Huasca de Ocampo, dos horas y media de Pachuca y poco más de cuatro horas de la CDMX. El lugar es una verdadera maravilla de la naturaleza: un río con pozas y parajes ideales para nadar, y además, sumamente limpio gracias al cuidado de la comunidad local. De tanta belleza, seguro no te importará dejar de recibir mensajes en tu celular.


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¿Cómo llegar a los Manantiales Kinjua?
Para llegar a los Manantiales Kinjua puedes tomar distintas vías por carretera según tu punto de partida. Luego toca estacionar el auto en un camino de terracería y continuar a pie entre las barrancas del municipio de Santiago de Anaya. Es clave llevar ropa y calzado cómodos que se puedan mojar, porque tendrás que cruzar algunos cuerpos de agua. Allí podrás elegir entre dos rutas: la corta, de aproximadamente una hora, que te lleva al cañón con varias pozas y a la cascada El Zapote; esta vía es la más popular porque se camina menos y las pozas son perfectas para nadar. La ruta larga, en cambio, dura unas dos horas y llega hasta el nacimiento del agua; es para los más aventureros y, aunque exige más esfuerzo, la recompensa son pozas más calientes y poca gente alrededor.



¿Qué hacer en este oasis de pozas turquesas en Hidalgo?
Después de elegir tu ruta y completar el sendero hasta las pozas, comienza la verdadera experiencia en los Manantiales Kinjua. Tan solo el entorno es impresionante por sí mismo, con barrancas y cauces de río rodeados de flora endémica como los mezquites, biznagas, pinos y cactus, y la posibilidad de encontrarte con los animalitos de la región como gavilanes, jilgueros, colibríes, coyotes, ranas, armadillos y muchos insectos. Después de la caminata, lo mejor es sumergirse en las pozas turquesas y nadar por horas; su color se debe a los minerales del agua, que le dan ese aire de oasis en pleno desierto hidalguense. También puedes acampar en las áreas designadas, lo que te permite disfrutar aún más tiempo del lugar. Y aunque desconectarse del celular es parte del encanto, no olvides tu cámara pues las formaciones rocosas, el río y el agua crean escenarios para fotografías increíbles.


Recomendaciones para tu visita en los Manantiales Kinjua
Toma en cuenta que los Manantiales Kinjua son un destino prácticamente virgen así que no hay hoteles ni restaurantes dentro del área, y lo más cercano es el pueblo de Metztitlán. Solo en la entrada encontrarás algunas tienditas con alimentos y bebidas preparados por la comunidad local. El sitio se mantiene limpio gracias al cuidado de la gente que lo administra, y a lo largo de la ruta hay baños ecológicos para preservar el entorno. El acceso cuesta $100 por persona por día, e incluye estacionamiento, baños y derecho a acampar. También puedes contratar a un guía local por una tarifa adicional para conocer más sobre la zona. Es importante llevar efectivo, ya que no hay otras formas de pago. Y recuerda: al ser un lugar natural es fundamental ser un visitante responsable, no dejar basura y respetar el ecosistema. Con calma y respeto, disfrutarás al máximo de este oasis en el desierto y de toda la aventura que ofrece.


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