La piel del rostro es un área sumamente sensible y delicada. Se trata de la barrera protectora entre nuestro cuerpo y el resto del mundo. Es necesario darle los cuidados adecuados para mantenerla sana e hidratada, ya que se encuentra en constante crecimiento y recibe directamente las afectaciones del medio ambiente. Si lo que buscas es consentirte y darle un apropiado cuidado a tu piel, aquí te dejamos algunas mascarillas naturales que puedes hacer en casa. ¡Todas fáciles, sencillas y elaboradas con ingredientes que probablemente se encuentren en tu alacena!
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De durazno
El durazno abunda en vitaminas A, B1, B2, E, K y C, así como en betacaroteno, un pigmento que reduce las manchas cafés en la piel, la protege de quemaduras solares, disminuye su enrojecimiento tras exposición solar y fortalece su hidratación. Para tonificar y eliminar las impurezas de tu rostro, machaca un durazno grande y mézclalo con una cucharada de miel. Si tu piel es grasa, agrega una clara de huevo, en caso de ser seca, utiliza la yema en su lugar. Deja actuar por 20 minutos y posteriormente retira con agua tibia.
De aguacate y yogurt
El aguacate es rico en ácidos grasos y vitaminas, así como en propiedades beneficiosas para la piel. Funciona como reafirmante y humectante profundo, uniforma la textura facial y es una gran fuente de vitamina E. Ideal para todo tipo de pieles, esta mascarilla solo necesita de medio aguacate maduro, una cucharadita de yogurt natural, otra de miel y el jugo de medio limón. Mezcla todos los ingredientes, aplica una capa gruesa de sobre tu rostro, déjala actuar durante 20 minutos y retira. Tu piel te lo agradecerá.
De cúrcuma
La cúrcuma es utilizada en gran cantidad de cosméticos y productos de belleza por sus abundantes beneficios. Esta planta herbácea cuenta con propiedades antiinflamatorias y curativas, también es rica en antioxidantes y sustancias antisépticas. Ideal para eliminar el acné y pequeñas cicatrices, iluminar la piel y mantenerla joven. Para aportar luminosidad a tu rostro, mezcla una cucharadita de cúrcuma con aceite de argán, la combinación de estos dos ingredientes restaurará el brillo natural de tu piel. Si lo que buscas es combatir el acné, combina un poco de aloe vera con una cucharadita de cúrcuma hasta formar una ligera pasta. Ambas mascarillas deben dejarse actuar entre 15 a 20 minutos.
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De avena
Este cereal absorbe las impurezas, células muertas y el exceso de grasa que se acumula en los poros, por lo que sirve como limpiador facial, beneficia a las pieles grasas y ayuda a disminuir el acné. Lo único que tienes que hacer es moler, en licuadora o procesador de alimentos, tres cucharadas de avena, posteriormente agrega una cucharada de miel y un poco de agua tibia, mezcla hasta obtener una pasta gruesa. Si lo deseas, puedes reemplazar el agua tibia por jugo de limón y un par de gotas de Aceite del Árbol de Té. Utiliza esta mascarilla regularmente para deshacerte del acné y de esos incómodos barritos.
De café
El café no sólo funciona deliciosamente para despertarte en las mañanas, también es un estimulante facial que ayuda a rejuvenecer, iluminar y reafirmar la piel. Para realizar esta mascarilla, lo único que necesitarás es tomar tres cucharadas de café molido – ya usado – de tu cafetera y mezclarlo con un cuarto de taza leche hasta formar una pasta espesa y cremosa. Aplica suavemente sobre tu rostro y deja actuar entre 15 y 20 minutos. Debido a su textura, esta mascarilla también funciona como un excelente y natural exfoliante para la piel, al retirarla puedes masajear suavemente los granos de café sobre tu rostro para eliminar todas las impurezas.
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