Hidalgo es un estado de carácter coloquial y cultural, con bellísimas atracciones que abarcan desde escenarios naturales y abundantes en actividades ecoturísticas, hasta increíbles recintos que expresan el pasado minero y arqueológico de su historia. Cuenta con Pueblos Mágicos que vale la pena conocer, y lo mejor de todo es que se localizan bastante cerca de la CDMX, por lo que serán perfectos para realizar un viaje de fin de semana. ¡Tienes que visitarlos!
¡Viajen, disfruten y compartan!
Zempoala
Zempoala es uno de los Pueblos Mágicos pertenecientes a Hidalgo donde podrás disfrutar de una atmósfera natural y llena de tradición cultural, ya que se caracteriza por contar con bellísimos atractivos como el Acueducto del Padre Tembleque – declarado como Patrimonio Cultural de la Humanidad por la UNESCO –, las haciendas ganaderas de Cieneguilla y Montecristo, o el Ex Convento de Todos los Santos. De visitarlo, no puedes dejar de conocer las Lagunas de Zempoala, un parque nacional con bellísimos escenarios naturales donde practicar variedad de actividades ecoturísticas – paseos en bote, ciclismo de montaña, senderismo –.
Huasca de Ocampo
Huasca de Ocampo es uno de los Pueblos Mágicos más pintorescos y encantadores en Hidalgo, conocido principalmente por su Ex Hacienda Santa María Regla, así como por ser hogar de los Prismas Basálticos. Éstos últimos son una de las maravillas naturales cerca de la CDMX que vale la pena conocer, imponentes columnas geométricas de basalto que decoran las paredes de una hermosa barranca; podrás admirarlos de cerca, o bien disfrutar su vista panorámica desde el gran puente colgante que se localiza encima.
Zimapán
Asentado como un pueblo minero a las faldas de la Sierra Gorda, Zimapán es uno de los Pueblos Mágicos cerca de la CDMX que te maravillará por sus bellísimos paisajes naturales y atractivos de aventura. Durante tu visita, no puedes dejar de conocer El Vigilante, un monolito de 15 metros de altura ubicado a orillas de la Presa Zimapán, ofreciendo algunos de los panoramas más sorprendentes del destino debido a que su formación rocosa asemeja un rostro humano.
Real del Monte
Al visitar Real del Monte te recibirá un bellísimo Pueblo Mágico de calles coloridas y callejones empedrados, ocultando infinidad de rinconcitos tradicionales y de atractivo arquitectónico que vale la pena conocer. Su pasado minero evolucionó a museos históricos que expresan un poco más sobre sus orígenes, entre los que destacan el Museo de la Mina de la Dificultad y el Museo de Sitio Mina de Acosta. También recomendamos consentirse con la riqueza gastronómica del lugar, ya sea con deliciosos pastes o enchiladas mineras.
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Tecozautla
Tecozautla ofrece un oasis termal inmerso en la zona semidesértica del Bajío Hidalguense, conocido por sus balnearios de aguas termales donde relajarse con propiedades curativas y abundantes en minerales. También vale la pena visitar sus manantiales de Taxidhó, una hermosa área natural rodeada de peñascos e inmersa en lo profundo de un cañón, perfecta para disfrutar un tiempo de auténtica conexión con el medio ambiente.
Mineral del Chico
Incorporado al programa Pueblos Mágicos en 2011, Mineral del Chico es uno de los mejores destinos en Hidalgo para conocer más sobre el pasado minero del estado. Ofrece una atmósfera amigable y tradicional, con variedad de negocios locales adornando sus calles, perfectos para deleitarse con la propuesta cultural y gastronómica. Para amantes del ecoturismo, el Parque Nacional El Chico será la mejor opción, con preciosas vistas naturales y la posibilidad de realizar actividades como ciclismo de montaña, senderismo, camping y escalada en roca.
Huichapan
En Huichapan encontrarás un maravilloso Pueblo Mágico lleno de cultura e historia, ideal para disfrutar de un viaje al pasado, ya que el destino laboró como punto importante durante la lucha independentista y revolucionaria. Entre sus atractivos principales está la Parroquia de San Mateo Apóstol, un conjunto arquitectónico y eclesiástico de arquitectura destacable; también vale la pena acudir durante la Fiesta del Calvario, celebrada después de Semana Santa y considerada como la más importante en el destino.
