México está repleto de rincones fascinantes que proveen opciones para todos los gustos. Si no sabes por dónde empezar a descubrir todos los destinos que hay por conocer, una buena forma es a partir de los Pueblos Mágicos. Cada uno tiene una particularidad diferente: los de playa, los de montaña, los que están rodeados de sitios arqueológicos, los que guardan una tradición culinaria milenaria. Pocos están tan consagrados a la relajación como Ajijic, un Pueblo Mágico en Jalisco que parecería tenerlo todo: una ubicación privilegiada a solo 40 minutos de Guadalajara (y a 20 del aeropuerto), pintorescos paisajes de casitas de teja y adobe, una colorida calle principal, un legado prehispánico, vistas hacia las montañas y un malecón para pasear junto al gran Lago de Chapala.
A pesar de que Ajijic se unió a la lista de Pueblos Mágicos hace apenas cuatro años, este ya se ha convertido en uno de los destinos predilectos entre el turismo internacional y, por ende, también se ha convertido en uno de los más caros de México. Esto se entiende fácilmente al recorrer sus calles adoquinadas, donde abunda la oferta gastronómica tanto de cocina tradicional como de restaurantes mexicanos contemporáneos, así como varios hoteles para veranear junto al Lago de Chapala. Además, este lugar presume de un clima templado durante todo el año, ideal para visitarlo en cualquier temporada.
El origen de Ajijic se remonta a la época prehispánica, cuando se ubicaba aquí una pequeña comunidad nahua que, según la mitología de este pueblo, consolidaba uno de los cuatro puntos cardinales. Tras la conquista, en 1531, se fundó aquí una de las villas más antiguas de México. Hoy en día, este Pueblo Mágico en Jalisco es un lugar dedicado a la relajación y a la buena vida, con una atmósfera despreocupada con varias opciones de entretenimiento, desde pasear por sus calles y descubrir su kiosco, hasta entrar a las boutiques, galerías y cafeterías, o incluso dar un paseo en lancha por el lago.
Otro de los atractivos imperdibles que hacen de Ajijic un destino único es su malecón, el cual ofrece, por un lado, espectaculares vistas del gran Lago de Chapala, y por el otro, de las montañas que rodean el pueblo. Si lo deseas, también es un buen punto de partida para salir a descubrir los valles de Tequila y los sitios arqueológicos de la zona.
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