En 1922, una Frida Kahlo de 14 años ingresó a la Escuela Nacional Preparatoria. Ese año, la matrícula estaba conformada por poco más de 2000 alumnos, de los cuales solo 35 eran mujeres. Frida tenía el firme propósito de estudiar medicina, y aunque la vida no la llevó por esos caminos, este fue un espacio donde se encendió esa chispa rebelde y astuta que la caracterizaba. También fue aquí donde conoció a Diego Rivera, mientras él trabajaba en el mural La Creación. Pero ella fue solo una de las alumnas que pasó por los pasillos del Antiguo Colegio de San Ildefonso, cuya historia empieza muchísimo antes, y se extiende hasta nuestros días.


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Un tesoro virreinal
Pero la historia de San Ildefonso va mucho más atrás. La Compañía de Jesús construyó el inmueble en 1588, pero hubo remodelaciones intensas durante la primera mitad del siglo XVIII, cuando se convirtió en uno de los ejemplos más espléndidos de la arquitectura barroca en la Ciudad de México. Pero el esplendor de los jesuitas no fue eterno, y cuando Carlos III los expulsó de sus territorios en 1767, el edificio pasó de unas manos a otras de forma errante durante poco más de un siglo.

La Escuela Nacional Preparatoria
En febrero de 1868, bajo la presidencia de Benito Juárez, comenzó el primer ciclo escolar de la Escuela Nacional Preparatoria en las instalaciones del Antiguo Colegio de San Ildefonso —donde permanecería hasta 1982—. El director era el doctor Gabino Barreda y en total se presentaron 900 alumnos. El edificio se adaptó para desempeñar de la mejor manera sus nuevas funciones: se diseñaron aulas, laboratorios, gabinetes y una biblioteca —en lo que era la antigua capilla—, e incluso se incluyeron un jardín botánico, un invernadero, un observatorio y hasta un pequeño zoológico.

Con el tiempo, las generaciones comenzaron a crecer más y más, y ante la demanda de lugares en las aulas, se abrieron turnos vespertinos y hasta nocturnos para darse abasto. Eventualmente, la Escuela Nacional Preparatoria migró a otras sedes, y la última generación que estudió en el Antiguo Colegio de San Ildefonso fue la de 1978-1980.

Los murales del Antiguo Colegio de San Ildefonso
Después de la Revolución Mexicana, el Antiguo Colegio de San Ildefonso se convirtió en una plataforma cuyos muros se pusieron al servicio del arte social. Este fue uno de los primeros sitios donde el Muralismo Mexicano encontró salida. En 1922, Diego Rivera pintó su mural La Creación en el Anfiteatro Simón Bolívar. José Clemente Orozco, David Alfaro Siqueiros, Ramón Alva de la Canal, Jean Charlot, Fermín Revueltas y Fernando Leal fueron otros de los artistas encargados de llenar de símbolos revolucionarios e historias de identidad nacional los muros del colegio.

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El Museo del Antiguo Colegio de San Ildefonso
En 1992, comenzó una nueva etapa para el Antiguo Colegio de San Ildefonso. Después de los intensos trabajos de restauración, el museo abrió sus puertas con la exposición México, Esplendores de 30 Siglos. Desde entonces, la administración corre a cargo de un mandato tripartita integrado por la UNAM, la Secretaría de Cultura y el Gobierno de la Ciudad de México, y sus muros ahora resguardan un museo encargado de difundir el arte y la cultura tanto con exposiciones nacionales, como a través de convenios con otros museos del mundo.

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Dirección: Justo Sierra 16, Centro Histórico
Teléfono: 55 3602 0035
Sitio Web: sanildefonso.org.mx