No existe nada más sorprendente que fusionar el arte y la gastronomía, y qué mejor a través de una experiencia multisensorial. Por tal motivo, Tequila 1800 y el estudio Ananas Ananas unieron fuerzas para presentar ‘Tiempo’, una instalación de Edible Art, que combina estas dos premisas, convirtiendo está propuesta en una cena gastronómica única y de anfitriones creativos.
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El escenario ideal para presentar esta muestra fue Lago Algo, un espacio dedicado al arte en el Bosque de Chapultepec en la CDMX. Aquí se presentaron diversas instalaciones que evocan al ‘Tiempo’, desdibujando la línea entre lo que se debe saborear y lo que se debe admirar. Ananas Ananas –en colaboración con otros artistas– creó instalaciones comestibles que invitan al espectador a interactuar con la comida de manera multisensorial y experimental, maridado con un destilado premium como lo es el Tequila 1800.
Para esta colaboración, Tequila 1800 y el estudio de food art fundado por Verónica González y Elena Petrossian, diseñaron un exclusivo recorrido que combina elementos culinarios creativos con la esencia del tequila a través de instalaciones de arte en la CDMX. Tanto el estudio como el destilado comparten una profunda conexión entre la importancia del tiempo, la paciencia y vivir el presente, por lo que los invitados disfrutaron de sabores innovadores que fueron maridados con diferentes etiquetas de este destilado premium.
La primera instalación se llama ‘Fuente de 1800’, y trata sobre una fuente que no fluye precisamente con agua, sino con tequila blanco que cae suavemente por la válvula en un shooter de ostión con agua de tomate clarificada y aceite de oliva. Esta instalación es una colaboración entre Ananas Ananas y Disciplina Studio.
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La siguiente muestra –’Reposado Ritual’— es una colaboración entre Disciplina Studio y Roberto Michelsen, y son unas ‘Galletas de arroz’ suspendidas en el aire con paté de berenjena y agua de queso al centro, lo que crea una instalación que representa el sustento y transformación, haciendo eco con el ciclo de la vida. Para maridar, el tequila reposado de Tequila 1800 fue el match perfecto por sus notas ahumadas de canela.
Para el ‘Momento Añejo’ se creó una instalación suspendida dentro de una jaula donde la charcutería de atún y lechuga cristalizada son el alimento principal. En lo alto del sendero salado: sashimi de almeja generosa, tostada de amaebi provenientes de cocineros locales de Ensenada, ceviche de champiñones y sardina en conserva recubierta de maíz crujiente. Esta muestra se acompañó con tequila añejo, por la pureza y armonía de su frescura y profundidad.
Finalmente, la instalación ‘Dos Puntos Cristalino y Milenio’ conecta lo histórico con lo futurista. Cada propuesta se maridó con tequila cristalino y tequila milenio, dando como resultado una combinación elegante donde destaca el pastel de lluvia y agua de coco montado en copa, el pastel de lluvia cristalino con pitaya, con hielo de sandía dorada y los tomates en vara confitado en crema de caramelo con erizo de mar y almohadas de coco. Cabe mencionar que esta es la segunda edición entre Tequila 1800 y Ananas Ananas, quienes buscan romper las barreras impuestas alrededor de la comida y utilizarla como un lenguaje universal.