Independientemente del tipo de vacaciones que se planeen, el turismo religioso es un aspecto bastante importante a considerar durante cualquier viaje, ya que muchas veces los centros eclesiásticos muestran parte del patrimonio cultural y arquitectónico en un destino. Uno de los más visitados de todo el mundo se encuentra en la Ciudad de México, un sorprendente santuario dedicado a la Virgen María que cada año recibe alrededor de 20 millones de peregrinos, turistas y locales.
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México cuenta con una cantidad inmensa de centros religiosos y antiguamente ceremoniales, siendo la basílica de Santa María Guadalupe –cuyo nombre oficial es Insigne y Nacional Basílica de Santa María Guadalupe— uno de los santuarios más frecuentados en todo el mundo, con un estimado de 20 millones de visitantes por año. Lo más sorprendente es que un 45% de estas visitas se realizan durante fechas cercanas al 12 de diciembre, cuando se conmemora el Día de la Virgen de Guadalupe.
Este sitio se comenzó a construir en 1695 como la Antigua Basílica de Guadalupe, abriendo sus puertas por primera vez el 1 de mayo de 1709 y con una preciosa fachada que simulaba un biombo y contaba con cuatro torres octagonales. Con el paso de los años y debido a daños en su estructura, el santuario pasó por diversos cambios y remodelaciones para evitar su pérdida total, consolidándose ahora como un recinto de varias iglesias y edificios simbólicos.
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La Nueva Basílica de Guadalupe es uno de los centros religiosos más importantes de México, esto debido a que alberga la imagen de la Virgen de Guadalupe, que a su vez representa una parte sumamente importante de la identidad nacional y funge como un culto que va más allá de las creencias religiosas. Se le conoce como la madre de todos los mexicanos, imagen que posibilitó la evangelización del país durante la época de la Nueva España, y posteriormente se consolidó parte de la identidad nacional durante movimientos independentistas y revolucionarios.
Ubicada justo en las faldas del Cerro de Tepeyac, la Nueva Basílica de Guadalupe se considera también como el recinto católico más grande de México, con un área de 10 mil metros cuadrados y una forma circular diseñada específicamente para recibir grandes cantidades de peregrinos. Se recomienda visitarla entre semana para evitar aglomeraciones, así como consultar horarios de servicio desde su sitio web.
