Con todo el ajetreo y los ritmos vertiginosos que rigen la vida en la ciudad, es fácil olvidarnos de que habitamos un valle rodeado de montañas y volcanes donde florecen los ecosistemas más fantásticos, donde el tiempo lo dicta el sol y no el reloj, donde los sonidos de la naturaleza irrumpen en el silencio con un ritmo orgánico muy alejado del de los claxons. Enclavado a 3600 metros sobre el nivel del mar, a la altura de San Nicolás de los Ranchos en el estado de Puebla, Aldea Pachamama ofrece unas idílicas cabañas para ir el fin de semana, alejarse del caos urbano y reconectar con uno mismo y con la naturaleza, con las vistas más espectaculares del Popocatépetl.
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El objetivo fundamental de Aldea Pachamama es fusionarse con el entorno y convivir plenamente con la naturaleza, por lo que estás cabañas de fin de semana no cuentan con electricidad, wifi ni señal telefónica. Sin embargo, sí ofrecen una gran variedad de experiencias que fomentan los vínculos con la tierra y con uno mismo, desde clases de yoga y sesiones de meditación, hasta retiros silenciosos y ceremonias de cacao y otras medicinas ancestrales.
Por supuesto, otro de los grandes atractivos de este lugar son sus rutas de senderismo tremendamente panorámicas, pues la ubicación privilegiada de estás cabañas de fin de semana da pie a las vistas más deslumbrantes del Popocatépetl (que aunque se pueden apreciar sin obstáculo alguno desde la habitación, la experiencia de conectar con el volcán en cuerpo y alma es única). Solamente hay que tener en cuenta que, por motivos de seguridad, el acceso a Aldea Pachamama va de las 2:00 hasta las 6:00 de la tarde, así que si quieres ir más lejos, conviene tener estos horarios en cuenta.
Aldea Pachamama cuenta con dos cabañas tipo suite, una para cuatro personas y otra para dos, ambas con baño privado. Si quieres traer a tu mascota, esta es tu mejor opción. Además de estas cabañas de fin de semana en medio del bosque, cuentan también con tres casitas del árbol diseñadas para dos personas, las cuales tienen acceso a un baño completo compartido en el exterior. Sobra decir que aquí el gran atractivo son las prodigiosas vistas hacia el volcán. Independientemente del hospedaje que elijas, tendrás acceso a todas las áreas comunes: terrazas panorámicas con fogateros, estancia y cocineta equipada.
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Debido a las estructuras elevadas, puentes y escaleras sin barandal, la edad mínima para hospedarse es de 14 años. También es importante considerar que la región es alta y montañosa, por lo que conviene empacar ropa abrigada, así como toalla y todos los artículos de baño que vayas a necesitar. En su página web podrás encontrar recomendaciones detalladas para facilitarte tanto el trayecto como la estancia; asimismo, por motivos de seguridad, al momento de hacer tu reservación serán revelados todos los detalles de la ubicación.
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