La Roma es una de esas colonias bulliciosas y siempre desbordadas de vida en las que no faltan lugares donde pasar el mejor rato con amigos o para tener una cita relajada, de esas que se extienden por horas mientras la comida, los tragos y la plática siguen fluyendo. Sin embargo, pocos lugares lo tienen todo a la vez —y además en un espacio tan pequeño—: excelente café, deliciosos tacos y tragos espectaculares que definitivamente darán mucho de qué hablar (y que fotografiar). Estamos hablando de Café Tacobar, un restaurante en la Roma cuyo variadísimo menú contrasta demuestra que no necesitas mucho espacio para tener un banquete.
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Con su atmósfera despreocupada y decoración ecléctica, Café Tacobar recibe a sus comensales en un espacio que pareciera pausar la realidad de afuera para emprender una aventura culinaria. Aquí la especialidad son los tacos, pero no esperes encontrar las opciones convencionales, pues en este restaurante en la Roma la cocina se rige por la experimentación y el sentido del humor. En su menú figuran opciones tan alocadas como deliciosas, aptas para todos los regímenes alimenticios, como el taco de prosciutto genovés con calabacitas, el taquito de camarones a la diabla —servido con pimientos y cebollas asadas—, el taco de nopales y zanahorias con mantequilla de ajonjolí y queso fresco o el taco de alambre de hongos silvestres con queso de burra trufada.
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Si tienes oportunidad de sentarte cerca de la barra, podrás ser testigo de las maravillas que se ejecutan con una cantidad incontable de botellas distintas —desde las más famosas hasta algunas que ni los más expertos sabrán identificar— y de ingredientes insospechados que resultan hacer magia cuando los combinas. Es imposible probar todo su menú de bebidas, así que probablemente tengas que regresar más de una vez, pero te recomendamos probar la Orquídea Cachonda —con gin, jugo de limones, jugo de pomodoro rosado con licor de albahaca criolla y esencias de orquídeas—, el Ginger Manzanilla Daiquiri, y el Vermut Tonic.
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