La historia de la familia Buendía y el mágico pueblo de Macondo se escribió en un estudio dentro de una pequeña casa blanca en las Lomas de San Ángel Inn, donde Gabriel García Márquez encontró la inspiración para su novela más famosa, que le valió el Premio Nobel de Literatura. Hoy, ese mismo espacio se ha transformado en la Casa Estudio Cien Años, un centro dedicado a la creación literaria que invita a escritores y artistas a dar vida a sus propias historias. Este lugar no solo rinde homenaje a la obra del autor colombiano, sino que también se ha convertido en un vibrante punto de encuentro para la reflexión y el diálogo, albergando conferencias, residencias para escritores y presentaciones de libros, donde la literatura es la protagonista y el realismo mágico e reinventa a través de nuevas voces.
Casa Estudio Cien Años
En esta casa, García Márquez vivió con su familia entre 1965 y 1967, cuando tenía casi 40 años, y durante 18 meses escribió sin parar Cien años de soledad, su novela más famosa, que ha sido traducida a 35 idiomas. Desde entonces, este lugar ha estado lleno de anécdotas e historias. La casa, situada en la calle Cerrada de la Loma, cuenta con 260 metros cuadrados, distribuidos en dos plantas que incluyen tres habitaciones, dos salitas de estar y dos baños y medio. El estudio donde García Márquez pasó largas horas escribiendo aún conserva su mesa, silla y la máquina original donde García Márquez escribió su obra; ahora, esta oficina es llamada la Cueva de la Magia. En la planta baja, hay una acogedora recepción y una pequeña sala de conferencias, además de una biblioteca especializada en literatura latinoamericana y en la obra del autor. En una de las paredes de la sala, hay un fascinante árbol genealógico de la familia Buendía. También hay un hermoso jardín, con rincones ideales para leer, pensar e inspirarse.
Mucho más que una simple casa
En febrero de 2020, la casa fue donada a la Fundación para las Letras Mexicanas por Laura Coudurier, la hija del casero de García Márquez, Luis Cordurier. Desde entonces, el escritor mexicano Juan Villoro ha asumido la dirección de proyectos en la Casa Estudio, convirtiéndola en un lugar extraordinario y un bello centro de promoción literaria. Aquí se ha desarrollado un programa de divulgación que incluye talleres, seminarios, mesas redondas, ciclos de charlas y módulos dedicados a la discusión y difusión de las letras de México, Hispanoamérica y del mundo. Debido al espacio reducido de la casa, la mayoría de las actividades se transmiten en vivo, pero también se puede visitar con cita previa a través de la página de la Fundación.
Un lugar donde la literatura cobra vida
La Casa Estudio Cien Años también ofrece un programa de residencias literarias que ha permitido a una variedad de escritores y escritoras de renombre –tanto de México como de Hispanoamérica– dedicar un tiempo a crear sus obras en los mismos espacios donde Gabo escribió las suyas. Este programa complementa las iniciativas de la Fundación para las Letras Mexicanas, que ya cuenta con un Programa de becas y formación literaria para jóvenes. Así, la Casa Estudio Cien Años se convierte en mucho más que una simple casa; es un lugar donde la literatura cobra vida, inspira a nuevos escritores y rinde homenaje a uno de los más grandes narradores de todos los tiempos. Si eres amante de la literatura, no te puedes perder la oportunidad de visitar este emblemático espacio.