Además de ser espacios de devoción espiritual, las catedrales siempre han sido construcciones con una carga histórica y valor arquitectónico incalculables. El compromiso con la religión católica y sus preceptos llevó a los mejores arquitectos e ingenieros de sus épocas a idear edificios que no solo fueran espectaculares, sino que además construyeran una atmósfera de misticismo e introspección donde los feligreses pudieran encontrar refugio y al mismo tiempo se sintieran sobrecogidos por la fe. Aquí te dejamos siete de las catedrales más bonitas del mundo que te maravillarán por su arquitectura, su historia y su riqueza cultural y espiritual.
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San Basilio, Rusia
Contrario a lo que suele pensarse, San Basilio no es ni la catedral principal de Rusia ni la sede del Patriarca Ortodoxo de Moscú, pero sí es una de las catedrales más bonitas del mundo y la postal por excelencia de la capital rusa. Ubicada sobre la Plaza Roja, justo frente al edificio del Kremlin, sus coloridas cúpulas de ensueño se erigieron hace casi 500 años, entre 1555 y 1561, por órdenes del zar Iván el Terrible para conmemorar la conquista del Kanato de Kazán. El concepto original, a cargo del arquitecto Póstnik Yákovelv, consistía en la construcción de varias iglesias dedicadas a los santos de los días en los que se obtuvieron las victorias más importantes del zar. Posteriormente, en 1588, el zar Teodoro I mandó agregar una nueva capilla sobre la tumba de San Basilio el Bendito, y a partir de entonces esta catedral comenzó a conocerse con este nombre.
Catedral Metropolitana de Puebla, México
Consagrada en 1649, después de casi cien años en obra, la Catedral de Puebla fue una de las primeras catedrales en ser reconocidas como tal en el continente americano (incluso antes de la de la CDMX). Su fachada e interiores barrocos hacen de este edificio uno de los grandes tesoros del barroco novohispano, así como una de las catedrales más bonitas del mundo. La portada principal, cuidadosamente labrada en piedra, da acceso a la nave principal en la que brillan los candiles de herrería y los 128 tubos de un enorme órgano, arrojando su luz sobre las pinturas de los retablos y el coro de madera. Alrededor del edificio, en enverjado se adorna con ángeles que nos recuerdan el nombre completo de la ciudad: Puebla de los Ángeles.
Notre-Dame de Estrasburgo
La historia de este templo es tan impresionante como su belleza. El edificio se construyó a lo largo de cuatro siglos, entre 1015 y 1439, lo cual se refleja en su cargado estilo arquitectónico que revela rastros de distintas etapas del gótico inspirado en muchas otras catedrales europeas. Ubicado en la región de Alsacia, la catedral de Estrasburgo no solo fue de tremenda importancia para el desarrollo del catolicismo en Francia, sino también en Alemania —y, en consecuencia, sufrió grandes estragos durante los conflictos políticos por este territorio tanto a finales del XIX como durante la Segunda Guerra Mundial—, tras lo cual se hizo de Notre-Dame un símbolo de reconciliación y de la reconstrucción europea. Con todo, esta impresionante construcción sigue siendo una de las catedrales más bonitas del mundo.
Basílica de San Pedro, Roma
Aunque la Basílica de San Pedro no es ni la sede del Papa ni la principal parroquia del Vaticano, sí es uno de los centros de peregrinaje más importantes del catolicismo y merece un lugar en esta lista tanto por su fama como por su indiscutible belleza. Esta basílica es el templo cristiano más grande del mundo, y su enorme cúpula es parte del skyline romano desde su construcción, la cual inició en 1506 y concluyó en 1626 —lo cual explica la combinación de estilos Renacentista y Barroco—. Ubicada sobre la tumba de San Pedro, este lugar se considera uno de los sitios más sagrados para la religión católica, y aquí han sido enterrados también la mayoría de los papas desde entonces.
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Santuario de Las Lajas, Colombia
Enclavado en los riscos del cañón del río Guáitara en Ipiales, al sur de Colombia, a dos mil 900 metros sobre el nivel del mar, este espléndido edificio de estilo neogótico definitivamente cataloga como una de las catedrales más bonitas del mundo. Para acceder es necesario cruzar un impresionante puente de dos arcos que culmina en una fachada coronada con un enorme rosetón que da entrada a las tres naves con tres torres y preciosos vitrales. El santuario está dedicado a la Virgen del Rosario, y a pesar de que su construcción data de la primera mitad del siglo XX, este sitio ha atraído peregrinos y viajeros de todo el mundo desde el siglo XVIII, pues se dice que ya desde entonces aquí se realizaban milagros.
Catedral de Colonia, Alemania
Catalogada como Patrimonio de la Humanidad, la catedral de Colonia no solo es una de las más bonitas del mundo, sino que también es la catedral gótica más grande del norte de Europa. La construcción inició en 1248 y no se completó sino hasta 1880, y en sus cimientos incluso se han descubierto vestigios de construcciones romanas y carolingias. Ubicada a orillas del río Rin, sus enormes torres se alzan 157 metros, y se dice que en su interior resguarda los restos de los Tres Reyes Magos. Lamentablemente, durante la Segunda Guerra Mundial sufrió grandes daños que implican décadas de trabajo de restauración.
Catedral Metropolitana, Brasilia
La Catedral Metropolitana Nossa Senhora Aparecida es un ejemplo de cómo la arquitectura contemporánea comprende y reinterpreta los espacios espirituales, dando como resultado una de las catedrales más bonitas del mundo. Este tesoro del modernismo inaugurado en 1987 fue diseñado por Oscar Niemeyer, un célebre arquitecto a cargo de distintos proyectos gubernamentales en la época de los 60. El edificio está compuesto por 16 columnas curvas que se entrelazan para sostener gigantes vitrales que representan el pasaje del Apocalipsis en el que se describe la ciudad sagrada. Al filtrarse la luz por estos cristales multicolor, el efecto místico crea una atmósfera serena que invita a la reflexión y la espiritualidad.