Hay algo que las nuevas generaciones lamentamos no haber vivido: la experiencia de entrar a un ‘palacio cinematográfico’. Esos antiguos cines donde nuestros abuelos, y hasta algunos de nuestros padres, de niños, disfrutaron de una película. Construidos como palacios porque los arquitectos entendían estos espacios como un lugar que preparaba al espectador para transitar a la ficción cinematográfica, ¡qué visión! Por eso, desde los años 20 hasta los 60, la CDMX presumía cientos de joyas arquitectónicas dedicadas a rendirle culto a la imagen: el Ópera, el Teresa, el Odeón, el Coloso… Pero con el tiempo, la decadencia del cine nacional, los incendios y los múltiples terremotos terminaron con muchos de estos lugares. Solo unos pocos siguen de pie y uno de ellos es el Cine Cosmos, ubicado en la calzada México-Tacuba, que ha resistido múltiples adversidades para convertirse en uno de los más antiguos y bonitos de la ciudad.


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Cine Cosmos, el cine que sobrevivió a un incendio
El Cine Cosmos abrió sus puertas por primera vez en 1946, fue diseñado por Carlos Crombé, el arquitecto detrás de otros cines icónicos de la época. La primera adversidad llegó apenas al día siguiente de su apertura: una prueba de luz y sonido provocó un incendio que casi lo consume por completo. Pasaron dos años para que se reconstruyera, con un nuevo diseño a cargo de Carlos O. Vergara, quien le dio un toque Art Decó. Con 5 mil butacas de piel, el cine se reinauguró el 24 de junio de 1948 con la película Agonía de amor de Alfred Hitchcock. Pronto, el Cosmos se convirtió en uno de los cines más populares durante la época del Cine de Oro mexicano. Además, fueron pioneros en implementar las matinées –funciones matutinas a un bajo costo– y las promociones 3×2. Tras el éxito, muchos otros cines copiaron la idea.

La decadencia del Cine Cosmos
Entre los años 70 y 80, con la llegada de las cadenas comerciales de cine y el declive del cine nacional, muchos palacios cinematográficos entraron en decadencia y el Cosmos no fue la excepción. Para luchar contra el destino, el cine fue renovado y se transformó en el Macro Cosmos, un multicine en el que la sala grande se dividió en cinco pequeñas, pero el éxito no fue el esperado y tuvo que cerrar definitivamente a principios de los 90. Después de siete años de abandono, un proyecto privado quiso convertirlo en funeraria, pero los mismos vecinos de la colonia Tlaxpana se opusieron. Fue hasta el 2013 que el alcalde de la delegación recuperó el edificio y anunció su restauración para transformarlo en un centro cultural.


De Cine Cosmos a Faro Cosmos
Con una inversión de casi 220 millones de pesos, el Cine Cosmos fue rescatado y rehabilitado para convertirse en el Faro Cosmos. El arquitecto Enrique Norten estuvo a cargo del diseño y, como un gran acierto, decidió respetar la fachada original del edificio para conservar la memoria histórica, cinematográfica y social del inmueble. Hoy, el espacio cuenta con galerías, una caja negra, un auditorio, una sala de cine, una terraza y salones donde se impulsan disciplinas con enfoque comunitario, como circo social, teatro, danza, artes visuales, arte contemporáneo y clown. Puedes visitarlo de forma gratuita y disfrutar de diversas actividades artísticas y culturales. Está abierto de martes a sábado, de 11:00 a 19:00 horas. Aunque no es lo que fue en su época dorada, hoy podemos agradecer que siga de pie y que podamos ser testigos de lo que los cines significaron en otros tiempos.
Dirección: Calzada México Tacuba S/N, Tlaxpana, Miguel Hidalgo
Página: @farocosmos



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