Cuando hablamos de Santa María la Ribera, viene a la mente una colonia popular en la Ciudad de México, que se destaca principalmente por la belleza de su estética y su arquitectura, también por su famoso Kiosco Morisco y por haber sido el lugar que vio nacer al ganador del Globo de Oro: Mario Moreno “Cantinflas”. Su historia es asombrosa como ninguna otra, ya que hasta la fecha conserva elementos clásicos que le recuerdan sus días de gloria y que, desde entonces la han visto crecer dentro de una ciudad cosmopolita.
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La fundación de la colonia más antigua de la CDMX comenzó como un proyecto que buscaba la creación de fraccionamientos urbanos al poniente de la ciudad. Pero fue hasta el año de 1861, cuando la inmobiliaria “ Flores Hermanos ” a cargo de Joaquín y Estanislao Flores pusieron a la venta 32 lotes dentro de los terrenos delimitados en La Teja. Comenzó como una colonia sin luz, sin servicio de drenaje y problemas de aguas negras.
El ascenso y popularidad
Aunque este vecindario no contaba con los servicios básicos para vivir, su magia y encanto se destacaba por su botánica. Santa María la Ribera estaba rodeada de chopos, cedros, naranjos, pinos, nogales y pozos artesianos. Sus calles siempre tan peculiares: algunas largas y estrechas, otras más anchas. Con el paso del tiempo la colonia más antigua de la CDMX comenzó a tomar forma y ya se tenían avenidas empedradas, pero fue hasta el porfiriato donde finalmente fueron asfaltadas. También se crearon mercados, iglesias, museos, teatros, comercios y fábricas.
Clásicos de ayer y hoy…
El crecimiento del barrio trajo consigo nuevas construcciones, durante la época ya se veían mansiones y privadas de estilo ecléctico, también edificios históricos como el Museo de Geología, el Museo del Chopo, la Casa de Mascarones, la Fundación Matías Romero, el Templo de la Sagrada Familia, el Teatro Sergio Magaña, la Alameda y el famoso Kiosco Morisco, un símbolo indiscutible y punto de encuentro citadino.
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¿Qué hacer en Santa María la Ribera?
Museo de Geología
Es una obra del arquitecto, Carlos Herrera, que destaca principalmente por su elegante fachada estilo renacentista. Este espacio fue planeado para albergar exposiciones de tipo científico. En su interior se aprecia una escalera de estilo art nouveau y algunas pinturas de José María Velasco.
Museo Universitario del Chopo
Este edificio fue construido entre 1903 y 1905 utilizando solamente vidrio y acero alemán. El proyecto corrió a cargo de los ingenieros Luis Bacmeister, Aurelio Ruelas y el arquitecto Hugo Dorner. El 2 de septiembre de 1910, el presidente Porfirio Díaz inauguró este recinto como sede de arte industrial que realizó el gobierno de Japón. Por varios años fue el Museo Nacional de Historia y finalmente pasó a ser solo el Museo del Chopo, que ofrece exposiciones de arte temporales y permanentes, talleres y ciclos de cine.
Casa de Mascarones
Se dice que esta fue la casa de verano de los Condes de Orizaba. Luego fue el Instituto Científico y más tarde se convirtió en la Facultad de Filosofía y Letras de la UNAM. También albergó la Escuela Nacional de Música.
Alameda y Kiosco Morisco
Probablemente estos sean dos de los lugares más visitados en la colonia y el punto de encuentro de muchos citadinos. La Alameda fue el primer jardín público establecido en los límites de su edificación y, en 1910, se colocó el Kiosco Morisco, el símbolo de la Santa María la Ribera elaborado con 44 columnas metálicas al exterior y ocho al interior que soportan la belleza de su cúpula de cristal. La creación de esta maravilla estuvo a cargo del ingeniero José Ramón de Ibarrola.
Artistas e intelectuales que vio nacer esta colonia
Con el auge y gloria de su edificación, Santa María la Ribera se popularizó rápidamente entre los citadinos. Se dice que, durante el siglo XX, este barrio era visitado principalmente por pintores, escritores y cantantes que solían reunirse en cantinas como el Salón París-una de las más visitadas-.
Aquí solían asistir personalidades como el pintor Gerardo Murillo, mejor conocido como Dr. Atl, también el poeta Amado Nervo, el escritor Mariano Azuela y José Alfredo Jiménez, quien solía cantar cada noche. También fue el lugar que vio nacer a Mario Moreno “Cantinflas”, uno de los actores y comediantes más queridos de México, quién llegó a participar en más de 50 producciones cinematográficas y que, además ganó un Globo de Oro, como mejor actor por su actuación en la película “La vuelta al mundo en 80 días”.