Recorre los canales de Xochimilco mientras saboreas los productos de sus chinampas

Xochimilco es un oasis en medio de una de las ciudades más grandes del mundo, no solo por sus espectaculares paisajes, sino también por la vida y la historia que germinan ahí. De hecho, una buena parte de la biodiversidad del país y del mundo habita en este ecosistema. El sistema de chinampas es un legado precolombino que durante siglos ha dado sustento a las familias de la zona y a la gente de la ciudad mientras que conviven de forma armónica y no invasiva con el entorno natural. Sin embargo, al día de hoy más de la mitad de los terrenos de Xochimilco se encuentran abandonados y profundamente deteriorados por diversos factores. Uno de ellos, y quizá el más preocupante, es la desvinculación entre los habitantes de la zona y la práctica campesina. 

Te puede interesar: Disfruta del amanecer en Xochimilco con esta increíble experiencia en kayak.

Arca Tierra es un proyecto regenerativo y sustentable que busca rehabilitar la tierra y los vínculos entre los agricultores campesinos y las personas que viven en la ciudad. La idea es simple: una vida saludable es también una vida sostenible (y viceversa), y una vida saludable y sostenible necesariamente implica fortalecer nuestras redes comunitarias y concebirnos como parte de un ciclo que va desde la germinación de una semilla hasta la comida que nos llevamos a la boca. Así se conservan las especies, las tradiciones culinarias y culturales y se cuida el planeta y a la gente. 

Como parte del proyecto para regenerar la zona, cada quince días se organizan comidas chinamperas en la llamada Chinampa del sol. El recorrido inicia con el trayecto en trajinera —a diferencia de las típicas trajineras de Xochimilco, la de Arca es sobria (pues se entiende que la belleza está en los propios canales, no en el bote) y de motor (para cuidar de los trabajadores que las conducen)— del el embarcadero del Salón Michmani hasta la chinampa. 

Te puede interesar: 5 experiencias que debes vivir en Xochimilco (más allá de la trajineras).

Una vez ahí, inicia el recorrido por las parcelas de la mano del equipo y los propios campesinos, quienes explican los procesos y las técnicas ancestrales mediante las cuales se cultivan los alimentos. En Xochimilco, todos los productores utilizan una de las prácticas ancestrales más antiguas y más eficientes para nutrir la tierra: el almácigo. Esta consiste en sacar el lodo del fondo de los canales y germinar en él las semillas para los cultivos. Durante los 30 días que las plántulas pasan en este sustrato, no es necesario ningún tipo de riego, pues la propia humedad del lodo es suficiente. En este lugar se cultivan alrededor de 60 tipos de hortalizas distintas con agua purificada en biofiltros alrededor de la chinampa.

Por último, los invitados se acomodan alrededor de grandes mesas para disfrutar de una comida preparada por unx chef invitadx y elaborada con los ingredientes cultivados ahí mismo. Estas comidas, además de financiar proyectos como la escuela campesina para preservar la actividad chinampera en Xochimilco, ayudan a articular redes de comercio justo en los que se concientiza a la gente sobre el trabajo y los procesos detrás de sus alimentos. El primer paso para regenerar estos espacios es reconocer y valorar la agricultura campesina y los métodos naturales que anteponen la salud de la tierra y el bienestar de las personas a la producción intensiva. 

¡Disfruten y compartan!