Chihuahua, el estado más grande de México, con un territorio incluso más extenso que el del Reino Unido, nos sigue sorprendiendo con su diversidad geográfica. Desde sus impresionantes serranías y bosques de coníferas hasta las áridas y fascinantes zonas desérticas. Una de sus grandes joyas naturales es el Desierto de Samalayuca, un verdadero mar de arena que abarca 30 mil kilómetros cuadrados. Sus hermosas dunas, esculpidas por el viento, tienen la capacidad de hacer que uno se sienta pequeñito ante la inmensidad de este impresionante paisaje.
El mejor lugar para practicar sandboard
Dicen que Samalayuca es uno de los mejores destinos para practicar sandboard, –el deporte que consiste en deslizarse por dunas de arena con una tabla especial–, y es que sus dunas, que pueden alcanzar hasta los 30 metros de altura, son consideradas como las más altas de México. Estas impresionantes formaciones, oficialmente conocidas como los médanos de Samalayuca, se encuentran a 50 kilómetros al sur de Ciudad Juárez y forman parte de un sistema único de dunas sílicas, blancas y finas que se mueven con el viento. Son el centro de una región desértica mucho más amplia que forma parte del desierto de Chihuahua. El nombre proviene del poblado de Samalayuca, que es la principal población de la zona.
Saca tu cámara y toma fotos increíbles
Debido al tamaño, la belleza e inmensidad de Samalayuca, es un lugar donde te puedes perder haciendo fotos y videos increíbles, rodeado de un silencio y una paz increíbles. Es un escenario que parece sacado de otro mundo, con paisajes que difícilmente imaginarías en México. Además del sandboard y la fotografía, los visitantes pueden disfrutar de senderismo por rutas demarcadas que ofrecen la oportunidad de explorar la belleza del desierto. También hay emocionantes paseos en vehículos todo terreno para descubrir las dunas más alejadas y añadir un toque de adrenalina a tu aventura. No te pierdas la oportunidad de acampar en la cima de las dunas, donde podrás disfrutar del cielo estrellado y la tranquilidad del desierto. Aunque las temperaturas pueden bajar por la noche, valdrá la pena cuando veas la hermosa vista del amanecer.
Recomendaciones
A pesar de sus condiciones áridas, el desierto de Samalayuca alberga una sorprendente variedad de especies adaptadas a este entorno. Según la CONABIO, en la zona habitan más de 580 especies de plantas y animales, de las cuales 18 son exóticas. Entre ellas se encuentran el sotol, la choya y el nopal de arena. Debido a su importancia ecológica y geológica, el desierto ha sido declarado Área de Protección de Flora y Fauna. Si planeas visitarlo, lo mejor es ir entre noviembre y marzo, ya que en verano las temperaturas pueden superar los 45 grados centígrados. No olvides llevar ropa cómoda, protección solar y suficiente agua y comida, ya que los negocios más cercanos están a 10 minutos en coche de las dunas. También es recomendable ir acompañado de un guía local para conocer más sobre la zona y evitar eventualidades. Recuerda no dejar basura, cuidemos este frágil y hermoso ecosistema que la naturaleza nos ofrece para escapar un rato de la ciudad.