En la mítica avenida 5 de mayo, ahí en pleno corazón del Centro Histórico yace la Dulcería de Celaya, una de las confiterías más antiguas de la CDMX que ofrece dulces típicos mexicanos –provenientes de distintas regiones del país– desde hace 150 años. Este spot aún se mantiene de pie deleitando el paladar de niñas, niños, jóvenes, adultos y hasta extranjeros que caen en la tentación al ver a través del escaparate la variedad de caramelos exhibidos en las repisas.
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Dulcería de Celaya: El Origen
La Dulcería de Celaya abrió por primera vez en el año de 1874 en la calle de Plateros, actualmente conocida como la avenida 5 de mayo. Fue fundada por los hermanos Alfredo y Luis Guízar de Arías justo en el momento en el que Porfirio Díaz –ex presidente de México– ordenó ampliar esta calle. Debido a la expansión de la obra comenzaron a abrirse locales comerciales cuya popularidad aún está vigente.
El nombre detrás del éxito
Desde que los hermanos Guízar de Arías abrieron la Dulcería de Celaya en la CDMX, compraban los dulces típicos de cada estado o región. Al poco tiempo el negocio comenzó a prosperar y optaron por comprar las recetas originales de cada dulce o postre para elaborarlos ellos mismos. Fue entonces cuando emprendieron un viaje a Celaya para encontrar la mejor cajeta del país y optaron por llamarla así: Dulcería de Celaya.
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La dulcería más antigua de la CDMX
Esta confitería ha sido catalogada como la dulcería más antigua de la CDMX ya que lleva existiendo en la capital mexicana desde hace 150 años. Además aún se conserva su fachada de estilo art nouveau, los pisos originales y sus mostradores, al igual que el icónico letrero ‘Dulcería de Celaya’.
Cocadas, buñuelos y otros postres
En este local existen alrededor de 150 dulces típicos entre ellos el jamoncillo de nuez –originario de Sonora–, picones –camote con fruta–, aleluyas de pistache, cocadas, arlequines de sabor coco-piña, yemitas, buñuelos, pasas con chocolate, merengue, pastel envinado, cerezas con chocolate y mucho más.