México esconde destinos únicos que sorprenden por sus atractivos naturales, ya sean cascadas, valles, formaciones rocosas y e inclusive dunas que parecen sacadas de Marte. Las dunas de Playa Azul en Oaxaca son parte de esos atractivos conocidos por pocos, pero que definitivamente valen la pena descubrirse por lo menos una vez en la vida. Sigue leyendo para descubrir más sobre este maravilloso sitio donde caminar entre los reflejos del sol y sentir la brisa marina a lo lejos.
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Al ser poco turístico, las dunas de Playa Azul ofrecen paisajes únicos que sorprenderían a cualquiera. Se trata de uno de los destinos naturales en Oaxaca que realmente parece sacado de una película, poniendo en alto el estado lleno de riqueza gastronómica y cultural. Estas dunas se encuentran entre el desierto y el mar, lo que hace que tengan hermosos paisajes arenosos formados por suaves capas arrastradas por el viento, que a la vez permiten apreciar a lo lejos la inmensidad del Istmo.
Las dunas de Playa Azul son perfectas para practicar sandboarding, recorridos en cuatrimotos y 4X4, además de ser sumamente instagrameables. Ubicadas en Salina de Cruz en el Istmo de Tehuantepec, estas hermosas dunas de arena dorada y blanca son, sin duda alguna, uno de los atractivos más hermosos del país. Además, se encuentran en una de las ciudades más importantes por su influencia industrial.
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Playa Azul cuenta con un oleaje intenso en el cual es difícil nadar, aunque sí hay zonas alejadas de los puertos que son ideales para practicar surf, snorkel y paddle. También cuenta con pequeñas bahías de cálidas aguas azul turquesa, en las cuales se puede disfrutar de sus aguas tranquilamente. Independientemente del clima y oleaje, siempre se recomienda seguir las indicaciones de los guías y de los encargados de la zona para mantener la seguridad y limpieza de las playas, ya que no es zona de alta demanda turística.
Las dunas de Playa Azul son parte de los atractivos más populares entre los locales, y es por eso que las rutas para llegar son cortas y ocultas entre valles y montañas. Se recomienda llegar desde Huatulco a Salina de Cruz y de ahí rentar un auto y manejar alrededor de 15 minutos; también debe considerarse parar a comer en la zona, ya que cerca de las playas no hay locales ni venta de ningún tipo de productos –esto debido a que son playas vírgenes–.
