Si eres un cinéfilo de corazón y ya viste todas las películas nominadas al Oscar de este año, seguro que una de tus favoritas es El Brutalista. Dirigida por Brady Corbet y protagonizada por el encantador Adrian Brody, la película sigue la vida de László Tóth, un arquitecto visionario que emigró a Estados Unidos tras la II Guerra Mundial. Aunque toca temas como el costo del sueño americano y el abuso de poder, también se centra en la arquitectura brutalista, de ahí el nombre. Tal vez ya habías escuchado algo sobre esta corriente, o tal vez no, pero a nosotros nos dejó fascinados. El término proviene del francés y significa ‘hormigón en bruto’. Los edificios de este estilo destacan por mostrar los materiales y la estructura tal como fueron concebidos, además de presentar formas geométricas y repetitivas. El brutalismo surgió a mediados del siglo XX y dejó una huella notable en paisajes urbanos alrededor del mundo, incluyendo México. Así que, nos dio curiosidad investigar qué edificios en la CDMX reflejan este estilo, y a continuación presentamos algunos que realmente embellecen la ciudad de una manera muy peculiar.
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Auditorio Nacional
El Auditorio Nacional es uno de los edificios más conocidos de la CDMX, y aunque ha sido remodelado varias veces, siempre ha mantenido elementos clave del brutalismo. Fue construido en 1952 por los arquitectos Fernando Parra, Óscar de Buen y Guillermo Salazar Polanco, y su estructura original incluía detalles como una armadura de hierro remachado, similar a la utilizada en la Torre Eiffel. A principios de los 90, el auditorio pasó por una gran remodelación liderada por Teodoro González de León y Abraham Zabludovsky. Esta renovación le dio un giro moderno, incorporando más elementos brutalistas, como el concreto expuesto y formas geométricas que le dieron una fachada aún más imponente. Además, se ampliaron sus dimensiones, se agregó un arco en la entrada y se embelleció con una fuente y una escultura, reforzando su presencia en la ciudad.
Dirección: Paseo de la Reforma #50, Polanco V Secc, Miguel Hidalgo
El Colegio de México
Otro gran ejemplo de la arquitectura brutalista en México es el Colegio de México, también diseñado por los arquitectos Teodoro González de León y Abraham Zabludovsky. Aunque el colegio existe desde 1940, su edificio actual se construyó en 1976 en el Ajusco. Este edificio es una muestra clara del brutalismo, con su uso destacado de concreto expuesto, formas geométricas audaces y una sensación de solidez y monumentalidad. Las ventanas hundidas, las superficies inclinadas y las sombras juegan un papel importante en su diseño, convirtiéndose en uno de los rasgos distintivos de este estilo. Aunque se prioriza la funcionalidad para facilitar la investigación y el estudio, el edificio con su apariencia imponente, se integra perfectamente con su entorno.
Dirección: Carretera Picacho Ajusco 20 Ampliación, Tlalpan
Museo Rufino Tamayo
Una vez más, el diseño es obra de Teodoro González de León y Abraham Zabludovsky, dos grandes maestros del estilo brutalista, como László Tóth, pero adaptado al contexto y las necesidades de México. El Museo Tamayo fue pensado para integrarse con el paisaje del Bosque de Chapultepec. Su forma piramidal escalonada y el uso de materiales naturales, como el concreto cincelado con arena rosa y grava de mármol, hacen que el museo se sienta como una extensión del terreno. Al igual que otros ejemplos del brutalismo, el museo destaca por su uso de concreto expuesto y formas geométricas. La iluminación natural también es clave, con tragaluces y ventanas estratégicamente ubicadas para aprovechar la luz del día. La construcción comenzó en 1972 y concluyó en 1981 y ese mismo año recibió el Premio Nacional de Arquitectura, reconociendo tanto su diseño único como sus soluciones plásticas y funcionales.
Dirección: Paseo de la Reforma 51, Polanco, Bosque de Chapultepec I Secc.
Palma 555
Si alguna vez has pasado por el Paseo de las Palmas, seguro has visto este icónico edificio corporativo. Diseñado por Juan Sordo Madaleno, junto con José Adolfo Wiechers y José Ignacio de Abiega en 1975, destaca en el paisaje urbano de la CDMX por su diseño innovador y su volumen único. El edificio cuenta con dos niveles de basamento cubiertos con granito pulido para uso comercial, y nueve niveles de oficinas. Su fachada presenta un patrón de desfases cada cuatro niveles, lo que le da un aspecto de zig-zag distintivo. Esta disposición crea un juego de luces y sombras que resalta sus dimensiones. Su diseño es atemporal y elegante, con acabados en mármol blanco y un patio con cúpula. Este edificio marcó un parteaguas dentro de la cultura corporativa mexicana, al ofrecer espacios de alta calidad y ambientes ideales para trabajar.
Dirección: Paseo de las Palmas 555, Lomas de Chapultepec
Casa Estudio de Agustín Hernández
Agustín Hernández es un arquitecto mexicano reconocido por su estilo brutalista, y su casa estudio, también conocida como ‘Praxis House’, es un claro ejemplo de su visión única. Diseñada por él mismo en 1975 y ubicada en Bosques de las Lomas, la casa se inspira en zonas arqueológicas como Teotihuacán y Monte Albán, logrando fusionar la modernidad con las raíces culturales de México. Su diseño destaca por la audacia geométrica, con una columna central que sostiene cuatro volúmenes interconectados en forma de ‘T’, con aristas y perfiles inclinados a 60 grados. Esta disposición genera un interesante juego visual que desafía las convenciones arquitectónicas tradicionales.La casa hace un uso excepcional del concreto armado, un material emblemático del brutalismo, y, aunque tiene formas geométricas y una apariencia imponente, se integra perfectamente con el entorno boscoso.
Dirección: Bosque de Acacias 61, Bosque de las Lomas, Miguel Hidalgo
¿Verdad que embellecen la ciudad de una forma distinta?