Aunque lo más común es pensar que un desierto carece de diversidad biológica, este tipo de bioma también puede contar con vida abundante, al igual que todo tipo de especies endémicas que se adaptan a su poca humedad y ofrecen una maravillosa oportunidad de estudio hacia las zonas áridas. Uno de los más importantes se ubica en México, considerado como el desierto más biodiverso del mundo y con una riqueza natural sorprendente, aquí te contamos más sobre él.
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El desierto más biodiverso del mundo se ubica en México, específicamente entre los municipios de Puerto Peñasco, Plutarco Elías Calles y San Luis Río Colorado en el estado de Sonora, y ofreciendo un maravilloso ecosistema de formaciones terrestres que inclusive pueden apreciarse desde el espacio. Su nombre es Reserva de la Biosfera El Pinacate y Gran Desierto de Altar –popularmente conocido como el Pinacate–, cuya extensión abarca 7146 km² y se considera como Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO desde 2013.
El Pinacate destaca no sólo por su maravillosa riqueza biodiversa, sino también porque alberga el sistema volcánico Santa Clara dentro de su paisaje, lo que le brinda características únicas y de alto interés científico. Otro aspecto importante es su gran concentración de cráteres tipo maar –producidos por explosiones de agua subterránea que entran en contacto con lava o magma–, al igual que más de 500 conos cineríticos –que a su vez forman pequeños campos de volcanes–, flojos de lava y lechos de arroyos.
Lo mejor de este espacio natural es que cuenta con diversos puntos de interés en los que conocer un poco más sobre su espacio. Uno de ellos es su Museo Schuk Toak, con una exposición museográfica del Desierto Sonorense, el Pinacate y la presencia de su cultura Tohono. Será un buen sitio de partida para después recorrer sus cráteres y dunas, estas últimas en diversas zonas de media luna, estrella y alta reversión.
La Reserva de la Biosfera El Pinacate y Gran Desierto de Altar se encuentra abierta para el público en general, y puede visitarse por cuenta propia o a través de un recorrido especial. En caso de optar por la primera opción, será necesario registrarse y realizar el pago de derechos correspondiente en el Museo Schuk Toak, así como acudir con un vehículo algo que pueda andar por sus zonas rocosas –se puede andar a pie por los senderos, pero el recorrido hacia los cráteres es en auto, se recomienda rentar uno en caso de no tener–; las operadoras de tours se pueden consultar directamente desde el sitio web del Pinacate.