Las inauguraciones son el pan de cada día en el mundo gastronómico de la CDMX, pero no todos los días celebramos el sexto aniversario de un proyecto que se dejó guiar por la pasión y apostó por crear un taproom y fábrica de cerveza artesanal en el corazón de la Roma. Falling Piano fue desde el inicio un proyecto ambicioso que quería ser un poco de todo y donde todxs serían bienvenidxs. Estos han sido seis años de crecimiento, aprendizaje, experimentación, muchos premios y disfrute. Además de la magna fiesta con la que se celebró el aniversario, Falling Piano amerita una visita ya sea para conocerlo, o bien para recordar por qué este lugar ha tenido tanto éxito.
Lo primero que llama la atención al entrar a Falling Piano es el tamaño de este galerón gigantesco. En la planta baja, a modo de bienvenida, se encuentra la fábrica. Los grandes fermentadores metálicos son todo un acontecimiento, sobre todo si miras de cerca y descubres las etiquetas que indican lo que se está preparando dentro. Y es que si bien en este taproom de cerveza artesanal es posible encontrar los estilos más clásicos, aquí las puertas siempre están abiertas a la experimentación y podrás degustar cheves de Tutsi Pop, pan de muerto, chocolate y rol de canela, entre otras.
En el piso superior se encuentra el taproom de Falling Piano, un espacio amplio y ventilado, de atmósfera casual y despreocupada, con mesas altas en las que se pueden reunir grupos enteros, o bien tener una cita un poco más íntima para platicar por horas e incluso entretenerse con un juego de mesa. En cuanto a la comida, aquí encontrarás los clásicos que se pueden encontrar en un taproom, como pizzas y alitas e incluso un helado flotante con cerveza para el postre.
Otro de los grandes highlights que identifican a Falling Piano es que sus muros se prestan para difundir proyectos culturales y la obra de artistas locales de toda índole. Cada mes, las paredes se revisten y revolucionan la apariencia del lugar, sin alterar de ningún modo su esencia. Para este aniversario, decidieron hacer una remodelación a lo grande (literalmente). De la mano de 360 Spray Paint Neza, una marca de aerosoles especiales para graffiti, reunieron a artistas urbanos de distintos rincones de la ciudad para invitarlos a intervenir las paredes del taproom. Aunque estos coloridos murales no durarán para siempre, los artistas también participaron en el diseño de etiquetas especiales para Pianito, la lager de la casa.
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