En el pequeño Pueblo Mágico de Chiapa de Corzo, en Chiapas, se erige una joya arquitectónica del siglo XVI que se ha vuelto un símbolo de la identidad chiapaneca. No fue una exageración cuando el historiador Francisco De la Maza afirmó con gran admiración que ‘la gran Fuente de Chiapa de Corzo, ella sola vale un viaje a Chiapas’. Esta declaración subraya el impacto y la importancia de la Fuente de La Pila, que con su impresionante diseño renacentista y barroco, se erige como un testimonio palpable del ingenio y la riqueza cultural de la región, atrayendo a visitantes de todo el mundo y destacándose como un deleite visual para la vista y la razón.
La Pila es una fuente situada en el parque central de Chiapa de Corzo, rodeada de edificios coloniales y una frondosa ceiba, un árbol prehispánico que añade un toque de misticismo al lugar. Fue construida en 1562 por el fraile dominico de origen andaluz, Rodrigo de León, esta fuente monumental es uno de los primeros ejemplos de arquitectura mudéjar en América. El estilo mudéjar es una fusión del arte islámico y cristiano que se caracteriza por sus formas geométricas, arcos lobulados y decoración rica en detalles. De acuerdo con historiadores y otros especialistas, la fuente morisca de Chiapa de Corzo es un ejemplo único de arte mudéjar en todo el continente, por lo que su valor cultural es incalculable.
La Corona, como también se le conoce a este monumento, está construida completamente de ladrillo rojo, lo que le otorga un aspecto robusto y duradero. Su diseño octogonal, con una bóveda sostenida por pilares y arbotantes, es una característica distintiva del estilo mudéjar. El brocal, también octogonal, está segmentado por nervaduras y se encuentra bajo la bóveda. Pero, ¿cómo es que era una fuente? Esta construcción, sin duda es una obra de ingeniería hidráulica bastante avanzada para su época, aunque no se tienen registros detallados de su funcionamiento original, los historiadores se han hecho una idea basándose en la arquitectura y tecnología de la época. Lo más probable es que el agua proviniera de una fuente natural cercana, como un manantial o un río. Esta agua era conducida a través de un sistema de canales y tuberías, probablemente de barro cocido o madera, hasta la fuente. Para que el agua llegara al nivel superior de la fuente y brotara por el brocal, se utilizaba algún sistema de elevación. Una vez en el depósito superior, el agua se distribuía a través de pequeños orificios en el brocal, permitiendo que cayera en cascada hacia el pilón interno. Este pilón era el lugar donde los habitantes recogían el agua para sus necesidades diarias.
Pero la Pila no solamente cumplía la función de abastecer agua para la población, sino que también cumplía funciones estratégicas. Su altura permitía vigilar los alrededores y alertar sobre posibles ataques indígenas. También servía como punto de reunión para la comunidad, era un punto de encuentro donde las personas iban a llenar sus cántaros y jarras. La Pila es considerada una de las obras arquitectónicas más importantes de México y un testimonio del encuentro entre las culturas indígena y española. Su diseño único y su estado de conservación la convierten en una obra de arte que cautiva a visitantes de todo el mundo. Además, la plaza donde se encuentra es un lugar lleno de vida, ideal para disfrutar de la tranquilidad y la belleza del entorno.