México abunda en paraísos ocultos, entre ellos maravillosas islas vírgenes donde disfrutar unas vacaciones llenas de paz, tranquilidad y belleza marina. Isla Cocinas es una de las más especiales, un destino impresionante en Jalisco que ofrece una visita paradisíaca e inolvidable, ya sea explorando la exuberante flora endémica o disfrutando sus playas de agua cristalina. Te contamos más para que te animes a conocerla.
En la costa sur del estado de Jalisco se encuentra una pequeña isla virgen digna de descubrir, compartiendo también la belleza marina del Pacífico mexicano y ofreciendo a quien la visite una experiencia de conexión natural. Se trata de Isla Cocinas, ubicada justo frente a Punta Pérula y perfecta para aquellos viajeros aventureros que busquen un lugar tranquilo para escapar del bullicio de la ciudad.
Una de las principales atracciones de Isla Cocinas es su exuberante flora y fauna, ya que es hogar de variedad de especies de aves –incluyendo pelícanos, cormoranes y fragatas–. Los turistas también podrán ver tortugas marinas, delfines y ballenas jorobadas que migran a través de la zona en ciertas épocas del año. En caso de considerarse fanático de la pesca deportiva, se recomienda alquilar un bote y salir a la mar para pescar atún, dorado y otras especies de la región.
Debido a que cuenta con hermosas playas de arena blanca y aguas cristalinas, Isla Cocinas es destino idóneo para viajeros que prefieren la tranquilidad y el relax, ya que tendrán una experiencia espectacular simplemente sentándose en la playa y disfrutando del sol. Además, los arrecifes de coral en las cercanías ofrecen oportunidades para practicar snorkel y explorar su colorido mundo submarino.
La forma más fácil de llegar a Isla Cocinas es desde el puerto de Punta Pérula, ya sea en una lancha compartida o un tour privado con alguna de las agencias turísticas del destino –consulta Actitud Viajera MX–. Debido a que la isla mantiene su carácter virgen, es necesario visitarla bajo un compromiso de responsabilidad ambiental, así como llevar agua y alimentos propios –asegurándose de no dejar ningún tipo de desecho en el lugar–. Una vez en la isla, se pueden disfrutar de una amplia gama de actividades emocionantes, como la observación de vida silvestre, buceo, el kayak y snorkel.