Este rinconcito libanés ofrece un lado diferente, auténtico y reconfortante de la cocina árabe

Desde finales del siglo XX, México recibió una gran migración libanesa que, con los años, no solo terminó por convertirse en parte de nuestra sociedad, sino que además trajo consigo grandes aportaciones culturales. Algunas de las más notorias sucedieron en el ámbito gastronómico. Recetas como el hummus, el jocoque —que en árabe se llama ‘labneh’—, el falafel y las baklavas se han convertido en platos ultra populares, mientras que nuestro icónico taco al pastor se deriva directamente del shawarma. Sin embargo, muchas de las tradiciones culinarias de Líbano permanecieron en Medio Oriente. Hace apenas un año, Manú abrió sus puertas en la Cuauhtémoc para presentarle al paladar ‘chilango’ uno de los platos más reconfortantes de la cocina callejera de Beirut: el manushe.

Manu bocado libanés
Foto: @manumanu.mx
Manushe de higos
Manushe de higos. Foto: @manumanu.mx

Un viaje que se cuenta a través de la comida

Hoy en día, Manú cuenta con dos sucursales —la original en la Cuauhtémoc y una apertura súper reciente en la Condesa—. Ahora, su menú incluye también desayunos y una amplia selección de postres. Sin embargo, todo comenzó con un viaje que no pretendía ser más que unas vacaciones. Al terminar la carrera de sociología, María Graue decidió pasar tres semanas en Líbano, un país donde no tenía raíces, pero por el cual sentía una enorme atracción. Al llegar, el flechazo fue tal que terminó quedándose tres años.

manu restaurante
Foto: @manumanu.mx

Sucedieron entonces tres situaciones clave. La primera, que encontró trabajo en la cocina de un restaurante donde conoció a decenas de mujeres que compartieron con ella sus recetas más arraigadas. La segunda, que en sus tiempos libres cocinó como voluntaria para las infancias en los campos de refugiados, donde aprendió el valor simbólico y nutricional de la comida. Y la tercera, que vivió en un departamento sobre un restaurante de manushes donde los hornos trabajaban todo el día, emanando el aroma especiado y reconfortante de la cocina libanesa.

manushe
Foto: Cortesía

Después de esa experiencia, María regresó a la CDMX con el corazón y la cabeza llenos de un profundo amor y respeto por Líbano. Cuando un amigo le mostró un pequeño local en el garaje de un edificio en la Cuauhtémoc y le preguntó ‘qué te imaginas aquí’, ella solo atinó a responder ‘un coche’. Sin embargo, pronto la visión fue clara: un horno de manushes. Y desde entonces, la misión de María en Manú ha sido compartir ese cariño y respeto por la cocina libanesa que la acompañó y nutrió durante su viaje.

Hummus
Hummus. Foto: @manumanu.mx

Sabores auténticos, ingredientes seleccionados con cuidado

Para lograr replicar con respeto y fidelidad los sabores de la cocina libanesa, los platos de Manú son el resultado de una cuidadosa selección de ingredientes —los cuales además adornan la parte de atrás del menú—. Algunos ingredientes provienen de tierras mexicanas, como el café, la miel de azahar, los dátiles, la granada, los huevos, el tahine, los quesos y el aceite de oliva —este último se produce en el Valle de Guadalupe y es uno de los grandes orgullos de María—. Otros tantos, como el zaatar, el agua de rosas y de azahar, la melaza de granada, el sumac y los pétalos de rosa se importan desde Líbano, Turquía y Jordania.

Muhammara
Muhammara. Foto: Cortesía

Desayunos todo el día, manushes y galletas

Aunque los manushes son el corazón de Manú, el menú ha ido creciendo para adaptarse también a las necesidades de sus clientes. Los desayunos se sirven todo el día, y entre las opciones destacan los huevos Shakshuka, los Manu-lletes —un encuentro entre Líbano y México: dos manushes con cama de frijoles, queso gratinado y pico de gallo— y el Manu Toast Chabacano —manushe con jocoque, mermelada de chabacano, hojas de menta y ajonjolí negro—.

postres manu
Foto: @manumanu.mx

Para la hora de la comida, te recomendamos empezar con los Beirut Bites, un plato que incluye cuatro mezzes clásicos —baba ganouche, muhammara, hummus y jocoque hechos en casa— con mini pitas. Entre nuestros manushes favoritos en Manú se encuentran el de cordero, el de queso con zaatar y el de aceitunas con granada. Todos son una combinación exquisita de texturas que delatan los procesos artesanales y esos sabores árabes que combinan las notas ácidas y dulces en cada bocado.

Muhammara
Muhammara. Foto: Cortesía
Los manushes son parecidos a una pizza, pero de Medio Oriente
Los manushes son parecidos a una pizza, pero de Medio Oriente. Foto: Cortesía

Postres muy originales para llevar y compartir

Ahora bien, los postres son quizá nuestra parte favorita de Manú. Los manushes dulces ofrecen combinaciones tan exóticas como apapachadoras. Prueba el de higos con nueces pecanas, el de crema de avellana con rosas y el de pistache con miel de abeja. También cuentan con pastelitos como el Praliné de pistache —parecido a una baklava con pasta filo, tahine y miel—, el brownie sin gluten y el sfouf —un panquecito libanés de semolina y cúrcuma—. 

postres libaneses
Foto: Cortesía

En cuanto a las galletas, estas son ideales tanto si vas con prisa como si buscas un pretexto para alargar la sobremesa. Hay desde las más tradicionales de crema de avellana o trozos de chocolate, hasta creaciones de la casa que rescatan los sabores de la cocina árabe. Nuestras favoritas son las de zaatar con pistaches tostados o la de limón con glaseado de jocoque. No te olvides de acompañar el postre con algún té —tienen una oferta enorme— o una taza de café de Veracruz, Chiapas o Oaxaca.

galletas especias
Foto: @manumanu.mx

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Dirección: Río Guadalquivir 58, Cuauhtémoc
Sitio Web:
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